1.
¿14 días para hacer el trabajo? Te sobran 13
2.
Interiorizas la regla de la hora en punto y te engañas a ti mismo: es mi manera de organizarme
3.
- ¿Maratón de Breaking Bad?
- Vale, no tengo nada que hacer
4.
Empiezas a estudiar... el gotelé de tu cuarto
5.
Luego ves el trabajo tus compañeros
6.
Y te das cuenta de la gravedad de la situación, pero no te mueves del sofá
7.
Te decides a empezar el trabajo
8.
Empiezas a recibir notificaciones imaginarias
9.
Te entra hambre (otra vez)
10.
Llega el día antes de la fecha de entrega
11.
Vuelves a creer hasta en el Ratoncito Pérez
12.
Y, cuando creías que todo estaba perdido... ¡EUREKA!
13.
Así que te pasas la noche en vela
14.
Pero finalmente entregas el trabajo ante las caras de sorpresa de tus compañeros
15.
Y celebrarás la entrega dentro del plazo con una merecida tarde de no hacer absolutamente nada