1.
Ser tan chulo como para dimitir la mañana siguiente a un referéndum en el que el pueblo griego le apoyó masivamente. Y anunciarlo por Twitter. Tal cual.
2.
Parecerse al Doctor Spock, a Darth Vader y a la máscara de V de Vendetta al mismo tiempo.
3.
Pedirle a un ciudadano que vote en su contra cuando le increpan por la calle. Sin perder la calma.
4.
Dar ruedas de prensa en camiseta. Y sin despeinarse
5.
Sentarse en el suelo en reuniones oficiales
6.
Moverse por Atenas en moto y sin guardaespaldas
7.
Declarar a la prensa, en plena negociación, que lo que está haciendo la Troika con Grecia es "terrorismo".
8.
Levantarse de la mesa de negociaciones sin pestañear, dejar tirados a los principales mandatarios de la UE, y decir a los periodistas que esperan en la puerta que es "un día triste para Europa".
9.
Trabajar en una empresa de videojuegos antes de ser ministro
10.
Sacar de sus casillas al ministro de Finanzas germano Schaeuble al corregirle en una rueda de prensa conjunta el pasado febrero. "Nos hemos puesto de acuerdo en que no estamos de acuerdo", bromeó el alemán. Varoufakis no se cortó en responderle con algo de mala leche: "En realidad, no hemos llegado ni siquiera al acuerdo de que estemos en desacuerdo".
11.
Ganarse a De Guindos confesándole su afición al Atlético de Madrid.
12.
Sacar de sus casillas a Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, que en una de las reuniones le dijo a Varoufakis al dirigirse a él: "La jefa de los criminales saluda al otro bando".