¿Es El Trap El Nuevo Punk?

De Sid Vicious a Yung Beef

¿Es El Trap El Nuevo Punk?

Por primera vez en mucho tiempo, dentro de nuestras fronteras se está gestando un movimiento contracultural de peso internacional. Quizás no somos los primeros, pero estamos muy arriba en la lista. El Trap se está irguiendo cómo el nuevo movimiento de rebeldía entre las nuevas generaciones, y muchos ya se han atrevido a afirmar que estamos ante el renacer del punk. Eso sí, con nueva estética y nuevos principios. Veamos si tiene sentido comparar a Yung Beef con los Sex Pistols.

En la Inglaterra de 1977 se empezaba a palpar cierto viento de cambio en las calles. La juventud inglesa, heredera de la segunda guerra mundial y bajo el yugo de la Dama de Hierro, comenzaba a hartarse de acatar las normas impuestas por la reprimida generación que les precedió. Cogiendo el rock cómo bandera, extremaron las formas y valores de los rockers. Chupas de cuero, crestas, tatuajes y botas. Las guitarras distorsionadas y los gritos de inconformidad se convirtieron en la banda sonora del nuevo movimiento juvenil. En 1977, nacía oficialmente el Punk.

Grupos cómo Sex Pistols o The Clash se convirtieron en la cara visible del nuevo fenómeno. Tras toda la música y fachada, el principio del movimiento estaba bien definido: No había futuro. No había futuro para la clase obrera inglesa, y la mejor forma de mostrar la rabia de la juventud era unirse a la nueva ola. Los punks y los skinheads armaban disturbios por todas las ciudades inglesas. Se convirtieron en un problema de estado. La propia Margaret Tatcher se comprometió a crucificar a todos estos maleantes. Pero tras toda esta mala leche, el punk era también apertura. El sentimiento de unidad que les empujaba a protestar también les otorgaba libertad para experimentar con sus cuerpos y mentes, rompiendo con la represión social y sexual que les habían impuesto sus padres.

Es momento ahora de saltar de 1977 al 2017. Sí, mucho ha llovido. La sociedad occidental, tras muchos cambios, se siente con más espacio, pero el sistema sigue siendo implacable. La juventud ha vivido la crisis a través de sus padres, y el "No Future" del punk es realmente una opción para muchos. La libertad sexual vive su punto álgido, y nuevas drogas y nueva música avalan el cambio generacional. Sin embargo, hay cierto punto de desidia. Jóvenes de todas las clases sociales comienzan a vestir de malas maneras, se tatúan y se congregan en discotecas. Las redes sociales son piedra angular en sus relaciones, y la cultura pop impregna cada rincón se su imaginario. Importan el rap de los Estados Unidos y le ponen nuevas caras. Caras más jóvenes. Pxxr Gvng, Pimp Flaco o Cecilio G comienzan a explotar las redes y llegan a toda esa juventud cansada, irguiéndose en los nuevos mártires.

Cómo los viejos punks ingleses, la nueva generación es autodestructiva y extrema. Sid Vicious murió con 23 años y Yung Beef fantasea con quedarse en los 27. Cecilio G habla de GG Allin en sus temas mientras luce una cruz invertida tatuada en la cabeza, cómo aquella que llevaban muchos skins en la inglaterra punk. Drogas, sexo y Trap/Rock'n'roll. Parece que estamos hablando de lo mismo.

Sin embargo, hay un factor que hace evidente que estos dos movimientos se encuentran a leguas de distancia. El punk mostró a la mujer cómo un sexo rebelde y en lucha, convirtiéndose en un movimiento eminentemente feminista. En el Trap, las mujeres son simplemente "bitches".