1.
Una tristeza horrible cuando uno de tus restaurantes favoritos cierra.
2.
Sentir que el corazón se te infla como pez globo viendo tus fotos de comida en tu teléfono como si fueran fotos de tus hijos.
3.
El coraje que da cuando alguien te dice que algún lugar de hamburguesas o así es mejor que el que a ti te gusta.
4.
La agonía de querer acabarte algo delicioso pero que está tan picoso que entre que te quema y duerme la boca.
5.
El orgullo de reunir a una bola de amigos que hace años no se ven preparando una cena deliciosa.
6.
Escepticismo cuando alguien dice que les da igual la comida.
7.
La satisfacción de cocinar algo complicado y que te quede perfectooo.
8.
Esa nostalgia al probar algo que te lleva directito a una memoria de tu infancia.
9.
Lo que es tener a un amigo que ame la comida tanto como tú...
10.
... y la pesadilla de salir con alguien y enterarte que no les importa la comida.
11.
La alegría de irte a dormir pensando que en ocho horas te toca desayunar.
12.
Quedarte como menso admirando la última mordida de un platillo exquisito.
13.
Lo que es estar súper feliz porque vas a un lugar que te encanta y que llegando te digan que ya se les acabó lo que ibas a pedir.
14.
Ese sentimiento de negación cuando te das cuenta de que te vuelas tus quincenas en comida.
15.
Y la resignación de vivir sabiendo que siempre sufrirás del temido mal del puerco.
Un foodie sabe que nacimos para comer rico. Encuentra platillos deli en la Guía Modelo , la primera guía gastronómica creada por ti.
