This post has not been vetted or endorsed by BuzzFeed's editorial staff. BuzzFeed Community is a place where anyone can create a post or quiz. Try making your own!

    Pasos Para Buscar Nuevo Compañero De Piso

    Se te queda una habitación vacía. Ya sea porque has acabado a palos con tu compañero de piso o porque tu amigo del alma se marcha en busca de nuevas aventuras, tu piso (y tu alquiler) se quedan a medias. ¿Y QUÉ HACES? Te enfrentas a lo desconocido.

    Lo primero en el manual de cambiar de compañeros de piso es preguntar a todos tus conocidos si saben de alguien que esté buscando piso. Este paso se acaba cuando tu madre intenta encasquetarte a alguien del pueblo que se muda a tu ciudad. JA. Not happening mama.

    Lo siguiente que haces es abrirte una cuenta en una de esas webs en las que pones un anuncio en la que indicas todo lo que quieres para tu nuevo compañero de piso: Que sea guapo, alto, que limpie, que cocine para ti, que de buenos masajes y que se parezca a Chris Hemsworth. Luego te da pereza buscar cómo se escribe su nombre en Google y acabas prefiriendo que se parezca a Miguel Ángel Silvestre. Porque el producto nacional también te vale.

    Y cuando vas a publicar tu anuncio te das cuenta de que tienes que poner algunas fotos de la casa y de la habitación que alquilas. Pero levantas la vista del ordenador y entonces ¡OH, MADONNA!

    Cuando le has dado un repasillo a la casa te dispones a coger la cámara, pero te paras 5 minutos para tomarte un piscolabis y empiezas a examinar a tu competencia

    Entonces vuelves a echar un vistazo a tu humilde morada y ¡te das cuenta de que vives en una mansión! (Aunque básicamente tu casa sea igual pero con 4 fotos en la pared y 2 lámparas del Ikea.)

    Una vez ya tienes el anuncio de tu palacio publicado, empiezas a ver que la gente está muy desesperada por encontrar habitación. MUCHO. Al principio, eres muy simpática y considerada, contestas los mensajes uno por uno y piensas que cada uno de ellos puede ser el elegido, incluso coges el teléfono en el trabajo y te excusas “perdón, es que puede ser mi nuevo compañero de piso”. 53 mensajes, 27 llamadas (una de ellas a las 23.30 de la noche) y 12 proposiciones indecentes después, decides poner un filtro y cambias tu anuncio por NO SE ADMITEN LLAMADAS Y SOLO HABLO POR WHATSAPP DE 14.00 A 15.00 GRACIAS.

    Al final te vuelves una dictadora y empiezas a subir el nivel del filtro cada vez más: este no, que escribe con faltas de ortografía, este tampoco, quién se cree que es para dejarme en visto, este tampoco, que tiene una cara rara, ¿una foto de Pablo Motos de perfil? Tienes que estar soñando, este tampoco, este no, nop, nope, nnnnnnnnnno. Tus argumentos son irracionales, pero los 137 candidatos tienen que desaparecer de alguna manera.

    Poco después empiezas a tener a los primeros visitantes. Se establece una relación extraña en la que ambos queréis impresionaros mutuamente. Pero no mucho. Lo suficiente. No vaya a ser que piense que estás desesperada por encontrar compañero. Que se lo curre un poco.

    Todos los candidatos te parecen iguales y, a no ser que alguien haya destacado locamente o haya aparecido en tu puerta Miguel Ángel Silvestre, acabas eligiendo al que menos pinta de asesino en serie tiene. Porque por mucha preparación y esfuerzo que le pongas, en los 15 minutos que dura el tour por tu piso no puedes llegar a saber cómo será esa persona. ¿Os haréis íntimos amigos? ¿Acabará en guerra? ¿Quitará los pelos de la ducha? Solo el tiempo lo dirá.