Sip está bien bonita
Calificación: Linda con 85% de probabilidad de precipitaciones ópticas
Justo antes de ver esta película había visto otra que me había hecho enojar mucho, así que no entré con muchas ganas de verla, entré porque ya había comprado el boleto y soy una tacaña. Después de verla todo fue diferente, me sentía ligera, segura de que el mundo iba a estar bien, fui con mi novio a cenar comida increíble (era comida x pero me pareció increíble) y luego la realidad pensó que ya me había pasado con mi ligereza y me dio un putazo: Los del estacionamiento perdieron las llaves de mi auto. Pero esa es otra historia.
El punto del párrafo anterior no era presumir mi noche o mi karma, el punto era que esta es una de esas películas que ves y te hacen sentir bien, perfecta para cuando todo lo demás está de la chingada o para cuando simplemente no pasa nada. Creo que si ya te sientes princesa Disney en el bosque entonces tú y tus animales sirvientes cantores se pueden ir a la chingada y no ver está película porque si están tan bien, igual esto hace que les revienten las vísceras de felicidad…Retiro lo dicho, vayan a verla todos.
Esta es la historia de Auggy, un niño normal con una deformidad que lo hace anormal y su primer año en la escuela. No, esta es la historia de todas las personas que quieren y rodean a Auggy y cómo lidian con su deformidad y sus propios problemas. No, esta es una historia sobre lo extraordinaria que puede ser la gente ordinaria. Sí, creo que esa última oración funciona.
Es una película linda de principio a fin, con colores vibrantes, fotografía muy artística, buen score musical pero sobre todo excelentes actuaciones y no de quienes uno las espera: Julia Robberts y Owen Wilson. Sino de los niños que llevan con toda facilidad el peso de una película con temas difíciles de abordar y complicados de actuar: Dolor por el maltrato y la indiferencia, soledad, arrepentimiento…En fin es una gama espectacular de emociones las que ofrecen, sobre todo Jacob Tremblay (que ya habíamos visto y adorado en The Room) y Izabela Vidovic (de quien no se había escuchado mucho y sólo ha estado en programas o películas de TV).
En cuestión de historia, no hay realmente tanto que decir es el transcurso normal de un niño con un problema físico que tiene que ir a la escuela, es decir, hay un periodo de adaptación y posteriormente un periodo de aceptación. La película es más sobre las emociones que tratamos de esconder porque nos hacen sentir tontos y vulnerables.
Ya sé qué estás pensando: Es una película para señoras. Yo creo que es una película con la que cualquiera podría identificarse pero seguro tu eres muy mach@ para admitir que tienes sentimientos. Pero yo sé, que cuando llegues a tu casa y te acuestes a dormir en tu cama vas a pensar en la película y te vas a sentir ligero como una pluma cuando la pienses y la disecciones en la intimidad de tu cerebro y digas: “si, yo también me siento así a veces”.
¡Dale chance pusser!
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