Pedimos a las madres de la Comunidad de BuzzFeed que nos hablasen de su depresión posparto. Estas son algunas de sus respuestas.
1. “La depresión posparto es como estar a un lado de una pared de cristal y ver a tu hijo o hija al otro lado. Quieres conectar desesperadamente, pero no puedes”.
2. “No siempre ocurre inmediatamente. Creía que estaba a salvo hasta que mi bebé cumplió los seis meses... y de pronto me arrolló como un tren de mercancía”.
3. “Ojalá la gente dejara de llamarlo ‘baby blues’ (melancolía por el bebé). No podemos hacer que se nos pase echando una siesta o saliendo sin el bebé. Es depresión, y sufrirla te parte el corazón”.
4. “Sentía el impulso de subirme al coche y alejarme de mi familia para no volver nunca más. Y era aterrador”.
5. “La depresión posparto no me hacía llorar. Solo tenía la sensación de estar enfadada”.
6. “Ni siquiera me fijé en ello hasta que ya no podía sonreír ni participar en conversaciones sobre mi bebé. Todo el mundo estaba emocionado y yo no podía sentir lo mismo”.
7. “Me encantaba dar el pecho. Me encantaba sentir a mi bebé junto a mí. Incluso esperaba con ganas el momento en que se despertaba. Pero cuando la niña se dormía me acechaban las dudas”.
8. “No es solo la incapacidad a la hora de conectar con el bebé. Para mí era una ansiedad apabullante, y el miedo que la acompañaba”.
9. “Muchas de nosotras nos sentimos culpables y avergonzadas porque la sociedad dice que las mujeres deben estar superfelices con la maternidad. Pero la realidad es que convertirte en mamá te arranca una capa de tu identidad y exige que te construyas una nueva rápidamente. Y a veces esa madre amantísima y eufórica no cuaja inmediatamente”.
10. “Todo era una tarea que había que hacer. Nada era divertido, fácil ni feliz”.
—Elizabeth Hayes, Facebook
11. “Por favor, no nos juzguéis como madres. Limitaros a apoyarnos y a apoyar nuestros esfuerzos por conseguir ayuda. Eso es lo que más nos hace falta”.
12. “Lo más sorprendente para mí era lo dispuesta que estaba la gente a fingir que yo no tenía depresión posparto, y yo sentía un impulso real de lanzar a mi bebé por la ventana cuando no dejaba de llorar. Su negación me hacía sentir que no podía hablar del tema ni pedir ayuda. Gracias a Dios, mi marido me creyó y me apoyó consiguiendo la ayuda que sabía que necesitaba para ser la mamá que mi hija se merece”.
13. “Contesté de manera positiva a todas las preguntas que me hizo el médico. Pero un día me desperté sintiéndome como una persona completamente diferente”.
14. “También puede ocurrir durante el embarazo. La depresión anteparto es menos conocida pero hay mujeres que la sufren, como yo. Durante el embarazo es cuando peor me sentí, pero se lo oculté a todo el mundo para seguir dando la impresión de que el embarazo es una bendición y una época de felicidad”.
15. “También puede manifestarse como dolor físico. Fui a urgencias por culpa de unos fuertes dolores en el pecho y la espalda, y ahí descubrí que en realidad se trataba de depresión posparto y ansiedad”.
16. “La última gota fue el día que escuché el sacaleches y sonaba como si arañasen una pizarra con clavos. Fue entonces cuando supe que tenía que buscar ayuda”.
17. “Puede durar AÑOS. No empecé a sentir la alegría de ser madre hasta que mi hijo cumplió los dos años”.
18. “A veces puedes trabajar y cuidar de tu bebé durante tu depresión posparto, pero sin sentir nada, solo una insensibilidad absoluta. Así que puedes estar ‘bien’, pero ya no eres tú”.
19. “Me sorprendió la falta de apoyo de otras madres, incluso de las que habían pasado por lo mismo”.
20. “Miraba a mi marido y decía llorando: ‘¿¡qué hemos hecho?!’ Pero ni siquiera me di cuenta de lo mal que me sentía hasta que conseguí ayuda y me sentí mejor. El embarazo y el parto cambian a las mujeres, y no pasa nada por buscar ayuda para lo que sea que cambie en ti”.
21. “Me rompe el corazón ver crecer a mi hijo y darme cuenta de que nos perdimos muchos momentos de conexión al principio. Siento que tengo que asegurarme constantemente de que sepa que le quiero”.
22. “No te avergüences de hacer lo que crees que es lo mejor para tu hijo y para ti. Decidí convertirme en ‘madre a tiempo parcial’ y dejar que mi bebé viviera durante varios meses con una amiga en la que confío plenamente. Sabía que no era capaz de cuidarle, así que limité las noches que pasaba con él hasta que pude controlar mi depresión posparto”.
23. “Solía pensar que la gente con depresión solo buscaba llamar la atención o necesitaba ‘espabilar’, pero después de tres meses de depresión posparto entiendo mejor lo que sufren a diario. Ahora es cuando comprendo lo profundo e incontrolable que es”.
24. “Al principio me sentía muy sola. Pero en cuanto empecé a hablar de mi depresión posparto también supe de muchas, muchas amigas que habían pasado por lo mismo”.
25. “Los días eran largos, solitarios y dolorosamente repetitivos, y cada día que pasaba me resultaba tan horrible como el anterior. Pero para mi hija era más que suficiente. Yo era su mamá”.
Algunas respuestas se han editado por motivos de longitud y claridad.
Este artículo ha sido traducido del inglés.