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Este estudiante norteamericano nos da 23 razones por las que venir a estudiar a España arruina la vida de cualquiera

Te echo de menos, España.

1. Parece que fue ayer cuando paseabas por El Retiro, empapándote del sol español.

2. Juras que jamás conocerás un sitio tan hermoso como la Sagrada Familia.

3. Pero, de alguna manera, el interior resultó ser aún más imponente que las elevadas torres del exterior.

4. Seamos sinceros: EN NINGÚN SITIO saben soltarse como en España, y echarás de menos esas noches que no recuerdas, durante el resto de tu vida.

5. Probablemente, en muchas ocasiones contemplaste el amanecer de camino a casa a la salida de una discoteca, pero siempre fue algo totalmente mágico.

6. Sin importar la hora a la que llegases la noche anterior, un café con leche era todo lo que necesitabas para volver a la vida.

7. El descubrimiento del chocolate con churros fue, sin duda, un acontecimiento importante en tu vida.

8. Las tapas podrán ser un aperitivo, o una comida entera...

9. ... pero nunca igualarán a la gran fiesta que supone una enorme ración de paella.

10. El Parque Güell te hacía sentir como un personaje de Alicia en el país de las maravillas.

11. Y las bailarinas de flamenco daban vida al arte de la forma más hermosa que jamás hayas visto.

12. Jurarías que aún puedes sentir el estruendo del Bernabéu o el Camp Nou en tus huesos.

13. El Corte Inglés era, sin duda, el mejor centro comercial del planeta.

14. Y, aunque nunca comprenderás la obsesión de los españoles con el jamón, siempre apreciarás su inquebrantable entrega.

15. Euromanía y Cien Montaditos seguirán ocupando un lugar especial en tu corazón hasta el día que mueras.

16. En serio, ¿en qué otro lugar te dan un aperitivo gratis cuando pides una bebida en un bar?

17. Si llegabas en el momento adecuado, la Plaza Mayor parecía ser toda tuya.

18. Mientras que algunas ciudades te transportan atrás en el tiempo...

19. ...otras te hacer reflexionar sobre el futuro y todo lo que te deparará.

20. De alguna manera, las ciudades eran aún más bellas tras la puesta de sol.

21. Sin importar dónde estudiases, el resto de España —o, más bien, el resto de Europa— estaban a solo un pequeño vuelo de distancia.

22. Estudiar en España supuso ver la historia cobrar vida.

23. Y, aunque volver a casa tal vez hizo que te saltaran las lágrimas, sabes que no fue un adiós, sino un hasta pronto.

Este artículo ha sido traducido del inglés.