1. No es difícil hacerse stripper, pero sí hay que hacer una prueba para serlo.
2. Robarle una canción a una stripper es casi tan malo como llevarse un cliente suyo.
3. Por lo general dormimos entre las 6 de la mañana y las 3 de la tarde.
4. Conocemos de memoria todos los sitios que venden comida en la ciudad a las 5 de la mañana.
5. Los zapatos de una stripper son los tacones más cómodos que se va a poner en su vida.
6. No hace falta que sepas bailar en la barra americana para hacerte stripper: eso se va aprendiendo en el trabajo.
7. Las despedidas de soltero son las que tienen algunos de los clientes más tranquilos y aburridos.
8. Somos inmunes a los halagos.
9. A veces salimos con menos dinero que cuando entramos.
10. Compramos perfumes baratos porque gastamos un frasco en una semana.
11. Incluso la mejor de nosotras se ha resbalado alguna vez en la barra.
12. El drama sucede en los vestuarios, y también toda la diversión.
13. Las strippers trabajan esos días del mes; solo tienen que recortar la cuerdecita del tampón.
14. Es muy difícil quitarse un liguero y unas medias y hacer que parezca sexy.
15. El bolso de una stripper está lleno de secretos.
16. Nunca bebas el vino que sirven en un club de striptease.
17. Estarás cubierta de moratones de tonos que ni sabías que existían, gracias a los movimientos sexys que haces en el suelo.
18. Pero más que la tensión física, ser stripper te da tensión emocional.
19. Es importante que conozcas tus derechos.
20. Pero aún así es uno de los mejores trabajos que hay, por muchos motivos.
21. Pero la mejor parte es cuando llegas a casa y puedes revolcarte en todo el dinero que has ganado con tu esfuerzo.
Nota: Esta entrada está basada en la experiencia de una persona que trabaja en el sector.
Este artículo ha sido traducido del inglés.