1. No hacemos absolutamente nada relacionado con el sexo, así que dejad de pedirlo.
2. Pero los pacientes se ponen un poco "sobones" de todas formas.
3. No nos importa si no te has depilado.
4. No te avergüences de tu peso.
5. Tampoco nos molestan los granos.
6. La gente asume que es un trabajo fácil, pero no lo es.
7. De hecho, nos gustaría poder darnos nuestros propios masajes.
8. También conlleva un desgaste emocional.
9. Muchos clientes no es que huelan precisamente a rosas.
10. La gente se tira pedos todo el tiempo.
11. La gente gime y gruñe. Y sí, es incómodo.
12. Luego están los que "olvidan" su cartera.
13. Tenemos que asegurarnos de que nuestras uñas estén muy cortas.
14. Un pequeño corte en una mano puede arruinar toda nuestra semana.
15. No es precisamente un trabajo estable o seguro.
16. Dinos si hay algo que no te gusta.
17. Nuestros amigos siempre nos intentan gorronear en busca de masajes gratis.
18. Y pasamos demasiado tiempo lavando.
19. A veces descubrimos problemas de salud más graves.
20. Las personas que no se relajan ni se quedan quietas nos ponen de los nervios.
21. Pero al final de día, nos encanta lo que hacemos.
Esta publicación se ha redactado con la ayuda de una masajista licenciada de Escocia con 12 años de experiencia y que actualmente dirige su propio negocio.
Este artículo ha sido traducido del inglés.