1. Cuando alguien ordena, pero lo hace a medias.
2. O limpian todo, pero no hacen lo mismo con la superficie.
3. Cuando las personas dejan platos sucios en el fregadero.
4. O enormes bolsas de té usadas.
5. Te provoca estrés cuando las personas no limpian el sofá después de usarlo.
6. No entiendes por qué alguien deja pelos de barba o residuos de pasta dental en un fregadero.
7. Cuando alguien realiza una tarea, pero no la termina, sientes burbujear la rabia dentro de ti.
8. Cuando tienes que usar el baño de alguien más y está forrado de moho.
9. La idea de meterte al final del día en una cama sin ordenar te llena de angustia.
10. Pero no tanto como dormir en una cama sin sábanas.
11. No puedes comprender la lógica que lleva a alguien a dejar un recipiente vacío en la nevera.
12. O poner un cascarón de regreso en la caja de los huevos.
13. Odias ver una silla que no está metida debajo de la mesa.
14. O rollos de papel higiénico que no se colocan en el lugar que les corresponde.
15. Cuando los zapatos se dejan en el centro de la habitación en lugar de colocarlos cuidadosamente en su sitio.
16. Cuando las personas juegan jenga con en el cesto de basura en lugar de hacer lo correcto y vaciarlo.
17. O incluso peor, también juegan jenga con el fregadero.
Ser ordenado puede sentirse como una maldición.
Pero sabes que perteneces al grupo de los buenos.
Este post fue traducido del inglés.