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    18 cosas que entenderán los que se proponen ir al gimnasio en septiembre

    Qué ganas de que llegue octubre para terminar con esta farsa.

    1. Septiembre es un mes que siempre empieza cargado de buenas intenciones y grandes propósitos: a ti se te acaba de ocurrir ir al gimnasio.

    2. Pronto descubrirás que no eres la única persona que ha tenido esta genial idea, así que tendrás que vértelas con un montón de desesperados como tú que se han pasado con el pescaíto frito y ahora quieren hacer su penitencia.

    3. Decidirás romper la hucha y pagar tres meses por adelantado para motivarte a ir...

    4. ...y te arrepentirás justo después de haber marcado tu número PIN.

    5. Te quedarás muy quietecito para enfrentarte a la peor fotografía de tu vida.

    6. Nada más entrar en el gimnasio verás que hay leones (personas que van al gimnasio los 12 meses del año) y gacelas (aquellos que se acaban de apuntar).

    7. En menos de 5 minutos te darás cuenta de que todo el mundo está en mejor forma que tú.

    8. Y que todo el mundo tiene unos conocimientos naturales sobre el uso y funcionamiento de unas máquinas que se parecen demasiado a los instrumentos de tortura que viste en aquel museo medieval.

    9. Si se te ocurre entrar a alguna clase te plantearás si el monitor manda cada noche un videotutorial con los pasos a todo el mundo menos a ti.

    10. Descubrirás, muy a tu pesar, que los gimnasios son ahora auténticas pasarelas de moda y tú llevas la pinta de un espantapájaros vestido a oscuras.

    11. La primera vez que hagas ejercicio no entenderás cómo el resto de la humanidad puede soportarlo.

    12. Y, por poco que hayas hecho, sufrirás las consecuencias al día siguiente.

    13. Odiarás al típico amigo experto que te dice eso de "la única cura para las agujetas es hacer más ejercicio".

    14. Y empezarás a buscar excusas para empezar a saltarte tu recién adquirida rutina sin sentirte mal por ello.

    15. Hasta que llegue un momento en el que no te curres las excusas.

    16. Lo bueno es que aunque no vuelvas a pisar el gimnasio tampoco tienes dinero gracias a la cuota.

    17. Por lo que no podrás comprar cantidades ingentes de comida ni dejarte esa parte del salario en bebidas alcohólicas.

    18. De modo que solo me queda darte la enhorabuena: has conseguido reducir el consumo diario de calorías, beber menos alcohol y hacer algo de ejercicio en septiembre.