Ir directo al contenido
  • Lola badge

Cinco mujeres se sinceran respecto a sus orgasmos

"Lo repito: un orgasmo no equivale a una línea de meta". (Fragmentos de Moan: Anonymous Essays on Female Orgasm)

Frustrada por sus propias experiencias poco satisfactorias, la escritora Emma Koenig decidió crear un espacio en el que las mujeres pudieran describir qué necesitan para llegar al orgasmo. Ese espacio se convirtió en la colección Moan: Anonymous Essays on Female Orgasm. A continuación, algunos fragmentos de esos ensayos.

1. ¿Puedo explotar el mito de que necesitas "hacer" que me corra? Pues no. Lo siento, no me identifico con esa frase. Para mí, "correrse" no tiene nada que ver con que otra persona controle mi cuerpo o que tome las riendas y decida cuándo y cómo. ¡Es un proceso de creatividad mutua! Me gustaría liberar parte de esa presión, por el bien de ambos.

Puedo correrme por mí misma siempre que quiera. Pero, estar en pareja, no trata solo de "correrse". El momento del orgasmo no es el objetivo. ¿Lo pillas? Lo repito: un orgasmo no equivale a una línea de meta. ¿Te ha explotado un poco el cerebro?

Los clímax (¡múltiples!), la liberación física y el gozo, sin duda, existirán si nos permitimos llegar juntos. Y, personalmente, necesito sentirme cómoda para jugar con mi pareja y deleitarme en esos momentos eternos que se arremolinan alrededor de esos clímax.

2. Mi almohada ha sido lo único que ha hecho que me corra sistemáticamente. Estas son las características que posee mi almohada y que hacen que vuelva a ella: es segura, fiable y firme. Algunas de las cosas que he aprendido de Hank... quiero decir, mi almohada. Uno: necesito saber que estoy segura y que mi experiencia sexual o la ausencia de ella no va a provocar que se juzgue de manera inmediata la intimidad que tengamos en ese momento. Dos: necesito saber que eres de fiar, ¿sabes? Que después de hacerte sexo oral o dejarte que frotes tu clítoris en mi trasero hasta que te corras, no te darás la vuelta y te pondrás de nuevo la ropa interior. Confío en que te importan mis necesidades y que trabajarás junto a mí para que se satisfagan. Y tres: necesito que seas un amante firme. Merriam-Webster define firme como: " fijado, colocado o sujetado de tal modo que no se mueva fácilmente; ni débil ni vacilante". Querido amante, ¡apunta eso! Sé firme con tu amor, con tus emociones y, sobre todo, con tu abrazo físico. Quiero confiar en que me tienes, me ves y me sientes, y no estás solo pendiente de tu erección, de la última vez que practicaste sexo o de lo que tengas que hacer después. Esfuérzate por estar conmigo durante nuestra intimidad sexual y te prometo que yo intentaré hacer lo mismo.

3. Mi principal petición, independientemente de lo que tengas entre las piernas es: TOMÉMONOSLO CON CALMA. El ritmo lo es todo. Si quieres que sea fantástico, esperarás. Me gusta la idea de que construyamos nuestra energía sexual lentamente, caminando sobre esa divina línea tántrica. Ámame como Sting ama a Trudie. Bésame durante 10 minutos antes de decidir rozar tu mano sobre mi pezón. Deja que tu lengua me recuerde en la boca lo que vas a hacerle a mi coño. Estate atento a mi lenguaje corporal, porque comenzaré a rogarte que me toques. Si no estás seguro de que te estoy rogando, hablemos sobre ello. No hay nada más excitante que contarte lo que quiero, y que tú me escuches. Soy del tipo de personas que necesita un estímulo intelectual. En un escenario ideal, me susurrarías al oído lo que deseas hacerme. Si eso te hace sentir incómodo, decirme simplemente que me deseas o preguntarme qué me gusta es un gran comienzo. Te haré saber lo que quiero.

4. No dudes en pedirme que te deje mirar mientras me toco. Si aún no lo has hecho, APRENDE A QUE ESO TE RESULTE EXCITANTE. Aprenderás un montón sobre cómo funciona mi cuerpo en concreto si me ves cómo lo hago. Es también SUMAMENTE íntimo y, por lo tanto, muy erótico. Y, seamos honestos; estarás dejando que yo te haga parte del trabajo. No es trampa, ni tampoco es subestimar tus habilidades como amante. Somos, simplemente, tú y yo dedicándonos al arte del orgasmo. PERO me sentiré muuuuy cohibida si no te involucras (besándome los lóbulos de las orejas y los pechos, y susurrándome tonterías agradables al oído). Bueno, ya he dicho bastante. Lo pillas. Es algo lo suficientemente fácil y útil como para incorporarlo cuando vayas a follar.

5. A veces, cuando me corro muy intensamente, empiezo a llorar. Puede que sea una respuesta involuntaria, como lagrimear cuando hace frío, o puede que sea una apasionada experiencia terapéutica, como si estuviera dejando salir una emoción subterránea. Creo que a veces nos esforzamos tanto en que el sexo sea algo fortuito, animal o simplemente físico, que olvidamos que puede existir una base emocional. Por favor, no te asustes si lloro. Tal vez sea porque estoy sintiendo un arranque de amor hacia ti, o, simplemente, que estoy estresada, o tal vez no sea nada... pero, sea cual sea la razón, debes saber que me has ayudado a relajarme profundamente y que te estoy agradecida por ello.



Fragmentos extraídos de MOAN: Anonymous Essays on Female Orgasm. Derechos de autor de la compilación © 2018 por Emma Koenig. Reimpreso con el permiso de Grand Central Publishing. Todos los derechos reservados.

Descubre más sobre MOAN aquí.

Este artículo ha sido traducido del inglés.