1.
Ven cómo sobresalen los pies de su bebé de su vientre y no necesitan terapia psicológica después de eso.
2.
Prácticamente se convierten en médicos.
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También aguantan las ridiculeces que dicen sus seres queridos.
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Hacen que comer bien (y eliminar el alcohol) sea una prioridad inmediata.
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Sin embargo, cuando les dan ganas de comer algo fuera de lo normal, lo hacen sin ningún problema.
6.
Hablando de comida, las embarazadas tienen un poder increíble para conseguir cualquier clase de comida a cualquier hora.
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Su capacidad para "vomitar y seguir adelante" alcanza un nivel de experto.
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Su dedicación a encontrar el nombre correcto para su bebé es comparable a la de Liam Neeson para recuperar a su hija en Búsqueda implacable.
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Cuando están bajo presión, tienen una de decir "déjame en paz" sin tener que decir muchas palabras.
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Aguantan todo tipo de horrores en la consulta del obstetra.
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De algún modo, solucionan ese momento cuando no saben si "¿es gas o un parto?".
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Hacen todo esto durante nueve meses... ¡NUEVE MESES!
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Literalmente, empujan al bebé fuera de su cuerpo.
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Las mujeres a las que hacen cesáreas también son guerreras.
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Es impresionante mencionar lo impresionante que es cómo mantienen el sentido del humor mientras atraviesan todo esto.
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Por último, dan la bienvenida al mundo a un ser humano que creció en su interior.
