Ir directo al contenido

    19 Personas nos contaron cómo es la vida cuando no tienes sexo

    Porque no todo mundo tiene sexo.

    Pedimos a los miembros de la Comunidad de BuzzFeed que nos dijeran cómo es ser célibe. Estas son algunas de sus respuestas.

    1. "Habiendo crecido en un hogar estrictamente pentecostal, constantemente me sermoneaban acerca del peligro de tratarnos a nosotros mismos y a otras personas como objetos sexuales. Tu valor como mujer -solía decir mi mamá- no debe basarse en tu atractivo sexual para los hombres. Mi educación religiosa no ha influido en mí para creer que una persona debe esperar hasta el matrimonio para tener sexo, pero las palabras de mi mamá siempre resuenan en mí. Ahora, a la edad de 24 años, simplemente estoy esperando a un chico que me valore por quien soy".
    -Johanna

    2. "Soy célibe porque estoy tratando de descubrir lo que me hace feliz. He visto cómo mis amigas se involucran físicamente con las personas y parece que el sexo solamente las hace sentirse más confundidas en relación con sus sentimientos. En este punto, estoy más feliz que nunca. Estoy en Tinder, y lo bueno de estar en Tinder y de ser célibe es que las personas son muy francas en sus intenciones. Puedo fácilmente deshacerme de aquellos que no van a respetar mis decisiones. Aunque no pienso ser célibe para siempre, sé que tomé una buena decisión para este punto en mi vida".
    -Anónimo

    3. "He sido célibe por cerca de 10 años. Soy una madre soltera de 34 años de edad. Mi relación con el padre de mi hijo estuvo llena de abuso y disfunción, y después de mucha introspección me di cuenta de que casi cada relación que he tenido con un hombre ha sido dañina o abusiva de alguna manera. Me siento incapaz de confiar en los hombres o de permitirles entrar a mi vida de una forma verdadera. Por un lado, el celibato me ha hecho sentir empoderada, libre y a cargo de mi vida. El celibato me regresó el control cuando mi mundo estaba dando vueltas. Y, por otra parte, como podrían imaginar, entre más tiempo soy célibe, más sola y frustrada me siento, temerosa de nunca poder confiar en un hombre nuevamente y jamás encontrar el amor. Sigo repitiéndome que el celibato es una decisión que estoy tomando, y que también puedo retractarme de ella. Sin embargo, a medida que pasan los años, parece que mi celibato ha echado raíces y se ha vuelto parte de quien soy".
    -Anónimo

    4. "No me ha sido difícil ser célibe. Utilizando una analogía muy trillada, no puedes anhelar el chocolate si jamás lo has probado. Intercambia 'sexo' por 'chocolate' y ahí es donde me encuentro. No siento que me esté 'perdiendo' de nada. Básicamente, estoy esperando tener sexo con alguien que no me haga arrepentirme de ello un día".
    -Anónimo


    5. "Tenía una historia de dormir con hombres que no me respetaban. Cuando fui abusada sexualmente decidí que ya había tenido suficiente. Pasé 11 meses completamente célibe, sin ningún tipo de contacto con ningún hombre. Terminó siendo la decisión más inteligente que jamás he tomado y fue muy satisfactorio. Aprendí a amarme a mí misma sin necesitar la confirmación por parte de los hombres, y, lo más importante, aprendí a exigir respeto. La época posterior a que fui abusada fue uno de los puntos más bajos de mi vida, pero mis 11 meses siguientes de celibato resultaron ser el mejor año de mi vida".
    -Anónimo

    6. "En 2003 pasé por dos cambios traumáticos en mi estilo de vida: divorcio de mi segundo (y último) esposo, y una histerectomía/ooforectomía bilateral. Previo a estos acontecimientos había estado en el lado más activo en lo referente a la intimidad sexual. Siempre fue una parte muy importante (en ocasiones, la única) de mis relaciones con los hombres. En mi segundo matrimonio, mi esposo usó nuestra intimidad como un arma para controlarme y manipularme. Mi autoestima entera quedó vinculada a esa manipulación, y después de que terminó el matrimonio, seriamente dudé de poder confiar nuevamente en un hombre, íntimamente hablando. Trece años más tarde, sigo soltera, y sigo célibe. Ya no experimento deseos físicos por los hombres. Estoy en plena menopausia, y así, como muchos adultos mayores, no tengo deseos de jugar. -Anónimo

    7. Yo y mi pareja decidimos ser célibes desde antes de comenzar a salir. Ambos acabábamos de terminar relaciones muy desagradables, agotadoras y complicadas. Fuimos célibes por tres meses y decidimos serlo porque no queríamos que nuestra relación se basara en la conexión física; en su lugar, la relación floreció y se convirtió en una conexión emocional. Tres años más tarde estamos más fuertes que nunca y planeo proponerle matrimonio".
    -Anónimo

    8. "Yo, como una persona de veintitantos años que ha permanecido célibe, a menudo me pregunto por qué. No es por razones religiosas y jamás he sentido que el sexo sea algo de lo que haya que avergonzarse. Era algo mucho más personal. Todo mundo considera el sexo de distintas formas, y, para mí, es algo personal que debo compartir con alguien con quien tenga una conexión y con quien me sienta totalmente cómodo en todos los aspectos de la vida. Definitivamente, siento que muchos amigos me presionan y se sienten superiores a mí en lo referente a mis decisiones de vida. Sin embargo, no los juzgo por las suyas y, en definitiva, no me siento avergonzado de las mías".
    -Anónimo

    9. "Inicialmente, no elegí ser célibe. Fui víctima de abuso sexual cuando tenía 19 años y durante los años y meses posteriores pensar en el sexo me aterrorizaba. Cuando acepté lo que me había ocurrido, me di cuenta de lo liberador que era no tener sexo. Sigo masturbándome, pero no tengo deseo ni ansia por tener sexo. Quizás es un acto de autopreservación; no lo sé, pero me siento muy empoderada siendo célibe".
    -Anónimo

    10. "Nunca me educaron dentro de la iglesia - más bien al contrario, mi familia estaba en contra de ella. Sin embargo, cuando perdí a un amigo muy cercano en la preparatoria, me encontró por voluntad propia. Mi virginidad es algo que sólo puedo dar una vez. Quiero darle eso al hombre que se entregue a mí. Aún no he conocido a otro hombre homosexual que practique el celibato, e incluso cuando me involucro en una relación, ellos siempre terminan engañándome. Tengo momentos de duda, pero puedo superarlos a sabiendas de que estoy bien ante el plan de Dios".
    -. Anónimo

    11. No soy religioso, no se trata de valores morales tampoco, y no estoy esperando a 'la' persona correcta. La verdad es que simplemente no me interesa el sexo casual, por no hablar de una relación. Como hombre con un pene que funciona, al parecer, se supone que debería salir y 'mojarlo' como dirían algunos, pero simplemente no quiero. Perseguiré un objetivo sólo si quiero, no porque alguien diga que debo perseguirlo. Simplemente no es importante para mí, eso es todo
    – Ross Hamilton, Facebook

    12. "Es difícil. En este momento estoy tomándome un tiempo para mí, para descubrir qué quiero. Sí, me gusta el sexo, pero solo me gusta cuando es apasionado con alguien a quien amo. Me pongo muy pero muy cachonda, lo cual es un fastidio".
    -Anónimo

    13. "Bueno. Tengo 22 años y soy célibe. No soy religiosa, pero mis padres me educaron en un hogar musulmán y no tenemos sexo antes del matrimonio, así que estaba programada para el celibato. Sin embargo, ya sabes, crecí. Hace seis años tuve un novio. No tuvimos sexo. Yo no quise. No me parecía bien, pero él estaba presionándome un poco. Así que rompí con él y hasta ahí llegamos. Durante mucho tiempo, no me preocupó ser célibe. No obstante, ahora que soy un poco más grande, no siento lo mismo. Quiero guardarme para alguien especial, pero no necesariamente para mi noche de bodas. Es decir, si conozco a alguien agradable, que se preocupe por mí, que me respete, que me ame, entonces, si ocurre, supongo que estaré de acuerdo en hacerlo. Cuando mis amigas me cuentan de su vida sexual me pongo celosa, porque no tiene que ver solo con el sexo, sino con la intimidad entre dos personas, y eso es lo que yo quiero. Me siento sola el 99% del tiempo y aunque me digo a mí misma que tengo amigos maravillosos y escuela de la cual preocuparme, sigue faltándome algo. Detesto este sentimiento. Sin embargo, hasta que encuentre a alguien especial, tendré que vivir con ello".
    -Anónimo

    14. "He sido célibe por más de 10 años. Estoy divorciada y tengo dos adolescentes. No he tenido ni una sola cita desde el divorcio. Después de un tiempo te acostumbras a no tener sexo. Básicamente, el deseo se va. Algunas veces me siento sola, pero pensar en tener una cita y tener sexo después de todo este tiempo resulta abrumador. No me gusta el sexo casual, y encontrar a alguien con quien salir que esté de acuerdo con no tener sexo no es una posibilidad realista. Estoy a mediados de mi cuarta década de vida y simplemente estoy en un punto en el que es como decir: 'Al diablo. Voy a estar sola, al menos románticamente hablando, por el resto de mi vida'".
    -Anónimo

    15. "Terminé una relación larga hace siete meses y decidí tomarme dos años sin sexo ni relaciones. Tengo un hermoso hijo y no quiero que tenga una serie de "papis" o "tíos" u hombres fortuitos en su vida, y no quiero una serie de hombres fortuitos en la mía. Tuve increíbles aventuras sexuales y de exploración previas a tener a mi hijo, y fue más que suficiente".
    -laurap34

    16. "Primero, fui célibe porque tenía miedo, y el miedo provenía del abuso sexual. Luego, fui célibe debido a mi fe, y todavía pienso que el sexo tiene que ver con el amor y con una conexión espiritual, no con el placer. Ahora, soy célibe porque me doy cuenta de que soy bastante asexual y siempre lo he sido. Tengo más de 50 años y soy virgen y no me siento avergonzada. Mi vida es como la de cualquier persona, sin la búsqueda de un esposo o una pareja sexual y sin mucho del drama y el sufrimiento que viene con ello. Algunas veces me siento sola y desearía tener un compañero de vida, pero, en general, me siento contenta".
    -jomomma

    17. "Por razones más allá de mi control, he sido célibe por alrededor de 18 meses. Está perfecto para las personas que lo encuentran liberador, o como sea, pero yo lo detesto absolutamente".
    -Trisha Dee, Facebook

    18. "Es terriblemente aburrido. Sin embargo, al menos es libre de drama. Me di cuenta de que cuando dejé de confundir el sexo con el amor, mi vida se libró de dramas y mi salud mental mejoró mucho. Es súper aburrido ser célibe, pero estoy mucho más feliz".
    -kikis2

    19. "No pensé que fuera a respetar mi palabra cuando dije que estaría célibe durante el año 2015. Se sentía como una brisa durante la primera mitad; muchas de mis amigas no estaban teniendo sexo y no habían muerto. El mundo no se había detenido. Estaba segura de que podía hacerlo yo también. Además, estaba emocionalmente exhausta por tolerar la basura de los hombres. El hecho de no preocuparme por tener una cita, por cómo conseguir un hombre o por cómo leer los textos de los chicos fue liberador y un logro personal. Tengo que ponerme a mí en primer lugar, pensar verdaderamente en lo que me gusta, en lo que no me gusta y en lo que quiero para mí.

    "La segunda mitad del año fue un tanto difícil. No te das cuenta de cuán frustrada estás sexualmente hasta que te pones celosa por la divertida historia sexual de una amiga con su nuevo novio. Durante ese año, me familiaricé más conmigo misma y probé los distintos juguetes sexuales y las distintas formas de masturbarme. La moraleja de la historia es que el amor a uno misma, en cualquier contexto, es clave".
    -Anónimo

    Algunas respuestas se han editado para tener una mayor claridad. Las respuestas anónimas fueron enviadas por correo electrónico en los cuales se solicitó el anonimato.