1. Es fácil perderlas de vista entre la multitud de un supermercado.
2. Pasa lo mismo en conciertos y festivales.
3. La regadera de su casa es misteriosamente más baja de lo normal.
4. Y si alguna vez la reubicas demasiado alto, te lo harán saber.
5. Posiblemente, encontrarás los objetos de la cocina en los estantes más bajos de la casa.
6. Si no, sin duda las sorprenderás haciendo esto.
7. O tendrás que alcanzarles las cosas TODO EL TIEMPO.
8. Y es probable que te hayas tropezado en una o dos ocasiones con su escalera de mano en tu casa
9. Si compartes un auto, sabes que hay una lucha constante de mover el asiento de un lado para otro para ponerlo en sus posiciones favoritas.
10. Puede resultar muy difícil tomar una foto aceptable de los dos.
11. O al menos un selfie aceptable cuando ambos están de pie.
12. Y cuando las abrazas, su cabeza reposa justo en tu zona del pecho.
13. Son muy fáciles de levantar...
14. ... y pueden aprovecharse de ti para que las lleves a caballito de vez en cuando.
15. A veces, incluso tienes que agacharte para oír lo que te dicen.
16. Pero ahora eres lo bastante sensato como para evitar pedirles que hablen más alto.
17. Un aspecto positivo es que, sin duda, no tienes que resolver el problema de que alguien ocupe demasiado espacio en la cama.
18. Y apenas hay discusiones acerca de quién elige primero el mejor asiento de un avión o auto.
