A los 30: Tinder, OkCupid, Hinge, Happn, Bumble, Match, eHarmony...
2.Tu foto de perfil:
A los 18: tú y tus amigos, con un vaso de alcohol en la mano.
A los 25: tú en algún tipo de ~aventura~, tal vez en la naturaleza o en otro país.
A los 30: ¿Es raro reciclar tu foto de perfil de LinkedIn? ¿Sí? Bien, entonces usemos una foto elegante de la última boda a la que fuiste.
3.Por qué decides usar la aplicación:
A los 18: para ver si la persona que te gusta está soltera — y averiguar si son compatibles.
A los 25: puedes conocer gente en fiestas y bares, pero siempre es bueno tener más opciones.
A los 30: literalmente todos tus amigos tienen pareja. Y también los amigos de tus amigos.
4.Te mortifica ver a:
A los 18: tu maestro/a.
A los 25: tu jefe/a.
A los 30: tu empleado/a.
5.Te provoca nostalgia :
A los 18: la persona con la que "saliste" durante una semana cuando eran niños.
A los 25: tu primera pareja en serio, y te duele un poco verla.
A los 30: alguien a quien besaste una vez hace 10 años y en quién no habías pensado más desde entonces.
6.Lo que hace que te pases la noche entera mirando perfiles desde el sillón:
A los 18: estás cansado/a de todos en tu escuela/ciudad.
A los 25: tu mejor amigo/a soltero/a acaba de empezar una relación.
A los 30: viste en Facebook que otro/a de tus ex se casó, y sabes que definitivamente morirás solo/a.
7.Deslizas hacia la derecha:
A los 18: cuando alguien te parece atractivo.
A los 25: cuando alguien te parece atractivo y no está posando con un tigre sedado.
A los 30: solo cuando puedes imaginar la posibilidad de conocerlos en persona.
8.Cuándo te encuentras con alguien en persona:
A los 18: no lo haces — estás allí más que nada para acumular posibles candidatos/as y luego ignorarlos de forma incómoda si te los cruzas en la vida real.
A los 25: cuando saliste con amigos un sábado a la noche y tu candidato/a está en un bar cercano.
A los 30: dejas noches libres en tu calendario para conocer personas. Es como hacer networking: hay que salir y hacerse conocer.