1. Un nombre que no dé alguna pista sobre el tipo de comida que efectivamente sirven.
2. Un divertido letrero afuera para que la gente lo suba a Instagram.
3. Muros de ladrillo rojo a la vista.
4. Mesas que nunca se pensaron como mesas.
5. Sillas incómodas.
6. Bombillas anticuadas.
7. Ductos de aire acondicionado expuestos.
8. Entarimado descubierto.
9. Fotos enmarcadas al azar de gente eduardiana.
10. Menús impresos en papel "gastado" y luego fijado a un sujetapapeles.
11. La palabra "artesano" solo puesta al azar por todo el menú.
12. Un baño con azulejo de color negro.
13. Extraños lavabos y secadores de manos estilo steampunk en los baños.
"Me gusta este Dyson Airblade, pero necesita lucir más como un decorado de Mad Max".
14. Costosas versiones de comida que comiste de niño.
15. Una especie de versión deconstruida de un postre.
16. Versiones localmente hechas de refrescos normales, que la mayoría de las personas tendrán miedo de decir que no les gustan.
17. Junto con exactamente una cerveza artesanal de la que nunca habías oído.
18. "Toques" en cócteles clásicos, pero con nombres más absurdos.
19. "Platos pequeños".
20. Comida servida solo en piedras, pizarras, o tablas para cortar el pan.
Aunque estas sean poco prácticas.
21. Vino servido en algo que claramente no fue diseñado para servir vino.
22. Música demasiado ruidosa que de ninguna forma corresponde al tema del restaurante.
23. Camareros que no usan uniforme.
