1.
Contestar preguntas extremadamente personales:
Amablemente refiérelos a esta gráfica:
2.
"¡Pero sólo las chicas pueden ser bisexuales!"
3.
La interminable saga de preguntas/chistes/comentarios sobre tríos:
4.
Contestar esta pregunta:
5.
Las personas que piensan que sencillamente aún no te has decidido...
6.
...o que estás siendo súper zorro:
7.
Cuando estás en un relación, las personas piensan: ¡*puf*, ya no eres bisexual!
8.
Sentir la presión de simplemente escoger un bando:
9.
Tus novias no confían en ti cuando estás entre chicos y tus novios no confían en ti cuando estás entre chicas...
10.
Tener a todo el mundo cuestionando la etiqueta que elegiste:
11.
Como si todo eso no fuera lo suficientemente agotador, te encuentras con algunas personas que no "creen" que tu orientación exista:
Es como si sencillamente NO PUEDEN envolver su cerebro alrededor del concepto:
Porque obviamente, te estás mintiendo a ti mismo y al mundo:
Así que cuando te sientas frustrado, simplemente recuerda lo que Woody Allen dijo:
También recuerda que tienes fantástica compañía: