El comienzo del nuevo año no tiene por qué suponer el fin de comer rico.
1. Curry de garbanzos y batata.
2. Ensalada tailandesa de quinoa.
3. Salmón en salsa de limón, mostaza y eneldo.
4. Albóndigas energéticas de calabaza y pistacho sin hornear.
5. Crema de avena alta en proteínas.
6. Sopa de guisantes y salchicha ahumada.
7. Calabaza asada con berza.
8. Sopa de manzana y calabaza.
9. Pizza de remolacha asada y romero en pan de pita.
10. Bol de burrito con judías negras.
11. Estofado sustancioso de verduras y carne.
12. Pollo asado con quinoa, ensalada y vino.
13. Pastel proteínico perfecto para el desayuno.
14. Ensalada crujiente de berza con aguacate y sésamo.
15. Muffins de clara de huevo, queso y verduras.
16. Albóndigas cajún finas.
17. Cazuela de pollo y hortalizas.
18. Tostada con guarnición.
Este artículo ha sido traducido del inglés.