1.
Cuando estás mirando Facebook y llegas a un video de alguien que se entera de que va a ser padre...
2.
Si escuchas una canción sentimental que puede estar relacionada de alguna manera con tus hijos, comienzan las lágrimas.
3.
Literalmente no puedes contener las lágrimas cuando tu hijo te dice "te amo" de forma espontánea.
4.
Pero también pierdes el control con cosas tan simples como cuando el niño se prueba un nuevo conjunto.
5.
Sin duda posees un gran par de gafas de sol que te puedes poner para ocultar las lágrimas.
6.
Si vas a una película que tiene una trama secundaria de un "niño en peligro" lloras sobre las servilletas del puesto de comida.
7.
También lloras con los reality shows manipuladores y te odias por ello.
8.
Y no hablemos de las noticias de la noche, porque las historias tristes son para ti como cebollas recién picadas.
9.
Si tu hijo te hace un regalo (incluso un dibujo de ti que se parece más a un pato radiactivo) se te llenan los ojos de lágrimas.
10.
Y si comienzas a mirar las fotos antiguas de los niños, no tardas ni un segundo en llorar.
11.
Tus lágrimas fáciles a menudo significan que oyes a tus hijos avergonzados decir "¡MAMÁ!" o "¡PAPÁ!"
12.
Cuando castigas a tu hijo y grita "¡Ya no me gustas!" y corre a su habitación, quieres ser ser estoico y frío. Pero te pones en plan:
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Sin duda has dejado lágrimas en la ropa de tus hijos y, si usas maquillaje, has dejado manchas de maquillaje.
14.
Ver a tu hijo tratar de hacer nuevos amigos en el parque (y que luego lo rechacen) te puede hacer llorar mucho.
15.
Cuando tu hijo está en una actuación escolar pasas todo el tiempo secándote las lágrimas.
16.
Cuando aparece un comercial emotivo en la tele todos se te quedan mirando, esperando que se abran las cataratas.
17.
¡Y luego cuando lloras ellos se rien!
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A veces te preguntas cómo terminaste poniéndote tan emocional.
19.
Pero al final, si llorar fácil por la gente que más quieres en este mundo es malo, no quieres hacer lo correcto.
