1.
Te levantas muchas veces en una noche para ir a la habitación de otra persona y cantar una canción.
2.
Te has llegado a convencer que es tu obligación cepillar los dientes de otra persona.
3.
Esperas regularmente en largas filas para conocer adultos vestidos con disfraces.
4.
Has dejado de ver programas de TV para adultos y has comenzado a ver Plaza Sésamo todos los días.
5.
Ya no te molesta la idea de tener los fluidos corporales de otra persona en ti.
6.
Ha habido un preocupante aumento en la cantidad de hablado de bebé que escapa de tu boca.
7.
Has empezado a obsesionarte con si la gente pone sus zapatos lejos.
8.
Salir en público con manchas en tu ropa se ha vuelto una cosa normal.
9.
Ves las mismas peliculas (o escuchas las mismas canciones) una y otra y otra vez.
10.
Dices cosas horribles a las personas que ellas no pueden dejar de escuchar ( e incluso no te das cuenta de que son horribles).
11.
Los comerciales de la televisión te hacen llorar.
12.
Has perdido toda la habilidad de estar avergonzado.
13.
No solo eso, sino que te regocijas en avergonzar a otros tanto como sea posible.
14.
Te levantas al amanecer los fines de semana para ver niños practicar deportes.
15.
Crees que si alguien simplemente vive bajo tu techo tú tienes el dominio en todos los aspectos de su vida.
16.
Pensamientos homicidas se han vuelto cada vez más comunes.
17.
Regularmente observas a la gente ir al baño.
