Los deportistas olímpicos tienen el aspecto de Deanna Price, en la final femenina de lanzamiento de martillo.
Y Rafael Silva, medallista de bronce en judo.
Y Kristin Armstrong, tres veces medallista de oro en la contrarreloj individual femenina.
Tienen el aspecto de Suping Meng, medallista de oro en halterofilia femenina.
Tienen el aspecto del clavadista británico Jack Laugher.
Y los deportistas olímpicos tienen el aspecto de la corredora sudafricana y medallista de plata Caster Semenya.
Tienen el aspecto de Oksana Chusovitina, dos veces medallista olímpica, en sus séptimos Juegos Olímpicos consecutivos.
Y son como Michelle Carter, medallista de oro en lanzamiento de peso femenino.
Tienen el aspecto de Jessica Long, que tiene 17 medallas paralímpicas en natación (incluyendo 12 medallas de oro).
Y son como Salas Manguis, halterófilo olímpico.
O como la boxeadora británica Nicola Adams.
Tienen el aspecto del luchador de estilo grecorromano japonés Shinobu Ota.
Y tienen el aspecto de Emilie Andeol, de Francia, medallista de oro en judo femenino.
Tienen el aspecto de Zeng Sini, medallista de oro paralímpica en la prueba ciclista de persecución individual.
Tienen el aspecto de la gimnasta mexicana Alexa Moreno.
Y son como la gimnasta y cinco veces medallista Simone Biles.
Tienen el aspecto de Anita Wlodarczyk, medallista de oro (y poseedora del récord mundial) en lanzamiento de martillo femenino.
Y son como Nathan Adrian, cinco veces medallista de oro en natación .
Los deportistas olímpicos pueden tener el aspecto de Kayra Sayit, de Turquía, compitiendo contra Nihel Cheikh Rouhou, de Túnez, en judo.
O el aspecto de Jamal Wilson, de las Bahamas, compitiendo en salto de altura.
Y tienen el aspecto de la halterófila y medallista de bronce estadounidense Sarah Robles.
... que los deportistas olímpicos de primera categoría...
--- ¡pueden tener todo tipo de aspectos diferentes!
