Léo Javiel es un skater profesional de São Leopoldo, Brasil.
Esta es su abuela Neiva. Javiel le atribuye a Neiva haberlo criado luego de que su madre dio a luz a los 14 años de edad.
En julio de 2012, Neiva le dejó una nota a Javiel y fue al banco. En el camino se sintió mal y la llevaron al hospital. Murió unos días después.
Un mes atrás, mientras revisaba unos papeles, Javiel encontró la nota. Decía: "Regresaré cerca del mediodía. Besos, la abuela".
Él decidió convertir el mensaje en un tatuaje. Cuando llegó a la tienda, el dueño, Tiago Lopes, aceptó hacer la obra de arte con una condición: no le cobraría.
Javiel y Lopes compartieron fotos del tatuaje en Instagram. Enseguida, otras cuentas de redes sociales las difundieron y las imágenes recibieron millones de likes.
Lopes se animó a compartir un mensaje que recibió de un desconocido que había visto el tatuaje.
"Hola, chicos. Siempre estuve en contra de la idea de tatuar el cuerpo, porque así me criaron y mi religión lo prohíbe. Nunca entendí por qué alguien lo haría, hasta que vi este tatuaje sobre la nota que dejó una abuela. Tenía mucho sentido. Gracias por sanar mi mente. Que la paz de Jesús esté con ustedes".