1. No nos gusta ser llamados "operadores de teléfono".
2. Nuestras mejores llamadas son aquellas donde ayudamos a alguien dar a luz a un bebé.
3. Y nuestras peores llamadas son aquellas en las que un bebé o un niño ha dejado de respirar.
4. La gente muere mientras están en el teléfono con nosotros, y nunca deja de ser complicado lidiar con eso.
5. Las llamadas de personas suicidas también son difíciles.
6. Nos maldicen y nos amenazan verbalmente, muchísimo.
7. Usualmente recibimos llamadas realmente raras.
8. Sin mencionar llamadas molestas y que son pérdidas de tiempo.
9. Y, por supuesto, llamadas de gente avergonzada con cosas atascadas en sus traseros.
10. Lloramos mucho más de lo que piensas.
11. No necesitas un título universitario o conocimiento de salud para ser un EMD.
12. Pasamos un turno con un grupo de paramédicos en una ambulancia como parte de nuestro entrenamiento.
13. Y también aprendemos RCP.
14. Nuestra computadora hace mucho del trabajo médico complicado por nosotros.
15. Pero ninguna computadora ni ningún entrenamiento pueden prepararte para el estrés de tomar tu primer llamada.
16. Uno de los mayores retos que enfrentamos es encontrar dónde está la gente, y qué ha sucedido.
17. La gente espera que las ambulancias lleguen instantáneamente, como lo hacen en la televisión.
18. No nos pagan mucho.
19. Nuestros turnos largos son algo desorientadores.
20. Lo que significa que no siempre estamos disponibles, y nuestros amigos tienen problemas con eso.
21. También nos perdemos muchas ocasiones familiares importantes.
22. Apenas y podemos hablarle a nuestros compañeros.
23. Muchos de nosotros terminamos convirtiéndonos en técnicos de ambulancia o paramédicos.
24. Las llamadas pueden ser difíciles, pero también son una oportunidad para hacer una gran diferencia.
25. Así que por favor, muchachos, dejen de decir cosas como: "Urgh, no podría hacer tu trabajo. Debe ser horrible."
Esta publicación fue completada con ayuda de un miembro del Servicio de ambulancias de Escocia, e información brindada por el Servicio de ambulancias de Londres.