Ir directo al contenido

    Por qué soy un perdedor (y puede que tú también lo seas)

    Montaña rusa emocional.

    Hola, me llamo Guillermo y hoy no me apetecía trabajar.

    Esto es normal, ¿no? Al fin y al cabo, de los 365 días del año me apetece trabajar aproximadamente ninguno de ellos, gracias, y eso que me encanta mi trabajo.

    En esto o estás conmigo o estás contra mí.

    Pero... ¿Y si hubiese algo más? ¿Y si, aparte de estar en los ENGRANAJES DEL SISTEMA, hay otro motivo subyacente? Afortunadamente, la CIENCIA, nos permite observar con detenimiento una imagen REAL de mi cerebro ahora mismo. Veamos:

    Mmmmh... A primera vista no veo nada rarUN MOMENTO. ¡Ordenador! ¡Amplía la imagen!

    ¡Ahí! ¡Más zoom!

    ¡No se ve nada! ¡Necesito más nitidez!

    ¡Ajá! Así que "angustia vital". ¿Qué significará? Utilizaré esta imagen que ya puse en otro tema para representar el acto de reflexionar sobre esto porque, como he dicho, no me apetece trabajar.

    Así es cómo llegué a una idea que me obsesiona desde que la leí por primera vez: un día tus padres te cogieron en brazos, te dejaron en el suelo y no te volvieron a coger. Porque todo es futil. Porque todo cambia. Porque ya hay cosas que has hecho por última vez sin saberlo. Porque guardaste tus juguetes. Porque ya has tenido tu última conversación con cientos de personas a las que has conocido a lo largo de tu vida.

    ¡Lo tengo! ¡Aquí está la clave! ¿Y si un día jugué al escondite, se terminó la partida cuando yo la ligaba y jamás volví a jugar? ¿Y si el final del recreo me hizo ser UN PERDEDOR? ¿Y si mi subconsciente ha llevado siempre esa dura carga que me ha ido lastrando hasta hoy?

    ¿Qué hacer? ¿Vivir toda esta vida con esta carga? ¿Asumir que no siempre se puede ganar y quJAJAJAJA UNA POLLA