El otro día iba a ver el estreno de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?', porque soy una persona de gustos refinados y exquisitos.
Sin embargo, en este caso el programa, como empieza a ser habitual, empezaba A LAS 22:45.
En este caso, el programa completo tenía una duración de dos horas y nueve minutos.
Esto es un caso concreto, pero se trata de algo general. Esta es la parrilla del próximo lunes 25 de septiembre:
Y, de acuerdo, parece que haya venido Luján Argüelles con una escopeta a obligarme a ver el programa. No fue así. (Llevaba una pistola). Pero el caso es que en otros países en los que tampoco te encañonan los presentadores, la programación nocturna empieza mucho antes. Esta, por ejemplo, es la parrilla de Estados Unidos:
Como podemos observar, no se ve una mierda, pero con la MAGIA DE LA TECNOLOGÍA podemos ampliar la imagen y vemos que muchos terminan mucho antes de que en España EMPIECEN.
En Reino Unido a las 11 han chapado hasta MasterChef Celebrity. En España a esa hora no han puesto ni el horno a calentar.
En Francia los programas empiezan sobre las 21:00 y terminan a las 22:30. Entonces ponen reposiciones u otros programas peores (por ejemplo, qué ha sido de los restaurantes que aparecieron en su versión de 'Pesadilla en la cocina'). La imagen corresponde a la programación del miércoles 20.
En Italia empiezan en torno a las 21:15 y terminan aproximadamente a las 23:30, aunque alguno llega a las 00:00. La imagen corresponde al miércoles 27.
Por lo tanto, en otros países se pueden acostar mucho antes y al día siguiente no se oye a nadie decir "yo es que hasta que no me tomo el primer café no soy persona". ¿Por qué? Porque utilizan un lifehack que se llama DORMIR. De todo esto se saca una conclusión y es, nada más y nada menos, que me cago en mi calavera con empezar los programas tan tarde, hombre ya.
