Vamos a jugar a un juego. Imagina que acabas de ver 'Jungla de cristal' cuando, de repente, te ves inmerso en un secuestro. ¿Qué haces?
Hay una cosa que se llama "suspensión de la incredulidad" que es lo que te permite creerte la historia de John McClane durante los 132 minutos que dura la película (incluso cuando sale Carl Winslow). Pero después sabes que es mentira.
Pues bien, he descubierto algo muy importante y creo que debería compartirlo con todos vosotros. ¿Preparados? Ahí va: CON EL PORNO PASA LO MISMO.
Sin embargo, esto TE LO CREES. Te pones tu camiseta interior, coges tu metralleta y te dedicas a repetir lo que has visto en modo incógnito.
Y no. En la vida real los coches explotan menos a menudo y los fontaneros no follan tanto como crees. Y dirás:
Pues aplícalo. No creas que una chica va a tener sexo con cinco chicos sin que las seis personas sean perfectamente conscientes de que todos quieren. No pienses que la persona a la que acabas de conocer quiere tener sexo anal y que no hace falta que preguntes. No estés seguro de que puedes eyacular donde y cuando quieras.
Porque eso son películas y tú no eres John McClane. Así que pregunta primero y dispara después.
No te voy a decir que no veas porno, pero tienes que tener en cuenta que es una industria que en general es machista y, sobre todo, que no refleja una realidad, sino un mundo en el que lo único importante es la satisfacción del hombre (el vídeo termina cuando termina él). La pornografía es ficción y lo único que tiene de absolutamente cierto es que en el mundo hay mucha gente que tiene relaciones sexuales.
Explaining things to men allday.
Para que tus relaciones sean sanas tienes que hablar es con tu pareja. Sacar ideas del porno puede estar muy bien, pero únicamente si la otra persona quiere. Deja las explosiones para las películas.