1. Tus medias se quedan arriba porque las puedes ajustar por encima de tu pancita.
2. La ropa con escote no es tu amiga...
3. ...en especial cuando tu ropa interior se desliza por debajo de tu cintura y te sientes medio desnuda todo el día.
4. No necesitas preocuparte por tener un ombligo de forma rara, porque lo más probable es que esté escondido.
5. Y definitivamente te ha tocado ver ese raro espacio vacío que se crea en la parte superior de una falda que va por encima del ombligo.
6. Así como esa molesta línea roja que te dejan marcada los jeans en tu estómago después de pasar todo el día sentada.
7. En realidad es agradable descansar tu mano sobre tu estómago cuando te acuestas en el sofá - incluso puedes poner otras cosas encima, como platos (sí, ya lo he intentado).
8. Pero el sudor de barriga, ¡guácala!
9. Cuando haces abdominales tu barriga se pliega hacia adentro de manera chistosa.
10. Conoces esa rara sensación cuando te inclinas mucho hacia adelante y tus pechos tocan tu panza.
11. Tienes que alzar tus jeans por encima de tu panza cada vez que te sientas. Cada. Vez.
12. Y los jeans de cintura alta o son maravillosos o te hacen ver como si trajeras pañal.
13. Cuando te acuestas boca arriba, tu panza parece extrañamente plana.
14. ... pero luego te pones sobre un costado y de repente todo vuelve a aparecer.
15. Si te acuestas boca abajo, de hecho se siente rico y suave.
16. Y no lo olvides: es un buen colchón cuando chocas contra algo.
17. Pero cada vez que te pones un vestido holgado alguien te pregunta: "¿cuándo nace?"
18. Y los cinturones delgados probablemente acabarán siendo absorbidos por tu estómago.
19. Mientras que los botones de tus jeans definitivamente desaparecerán bajo tu barriga.
20. Te has divertido bastante jugando con las lonjas de tu panza.
21. Tu novio te ha tocado la panza por lo menos una vez por diversión (y si no lo ha hecho, lo hará, ¡sólo espera!)
22. Has encontrado cosas entre tus lonjas - migajas, pelusas, etc.
23. Sin mencionar que tu panza a veces sube hasta tus pechos cuando comes demasiado.
24. Y cuando te agachas para amarrarte las agujetas, hace un sonido tipo *flup* cuando se mete.
25. Los únicos bikinis que te han quedado bien son los de estilo pasador de los años 50s.
26. Has sentido que tu panza tiembla cuando corres bajando las escaleras...
... de hecho, cuando corres a cualquier lado.
28. Has descubierto que tu panza es un perfecto cojín para mascotas y niños pequeños.
29. La inflamación no es un gran problema para ti porque es probable que tu ropa no esté ajustada de cualquier forma.
30. Si no estás dotada de un trasero que haga juego con tu panza, sufrirás por siempre del tan temido hueco en los jeans.
31. Te identificas con las esculturas clásicas (como la de Afrodita) a nivel espiritual. Si una diosa puede tener un poco de panza, ¡tú también!
32. Y por último, ¡saber que amas a tu adorable pancita regordeta digan lo que digan!
Este post fue traducido del inglés.