Le preguntamos a la comunidad de BuzzFeed cuáles eran sus historias caninas más vergonzosas. Estas son algunas de las más cómicas historias:
1. El activista político
2. El masturbador ansioso
"Mi perro es muy bien portado, excepto cuando no recibe el 100% de la atención. Él se pone ansioso y alivia dicha ansiedad masturbándose con su boca. Soy entrenadora de perros y utilizo mi perro en las noches de demostración como ejemplo de un perro bien educado. Una de esas noches, él se puso muy ansioso y antes de que yo pudiera hacer algo, hundió su cara en su genitales con tanta fuerza que terminó arrastrándose sobre sus patas traseras por todo el piso, gimiendo fuertemente mientras las personas se apartaban de su camino. Esta de más decir que no mencioné la frase "¡Su perro puede ser como el mío" en mi discurso de esa noche.
—Jodi Beaulieu, Facebook
3. El can lujurioso
Una vez que lleve mi perra salchicha, Coco, a una reunión después del trabajo. Durante la presentación, Coco salto al piso e... inmediatamente comenzó a ACOSAR A MI COMPAÑERA. Es decir, su pequeño hocico estaba debajo de la blusa, en medio de los senos y se movía adelante y atrás mientras jadeaba... ¡Sobra decir que nunca más llevaré a Coco a ninguna otra reunión por miedo a que ella pudiera acosar sexualmente a alguien más!
—Lauren Opal, Facebook
4. El marcador
"Cuando pasé a recoger a un chico en nuestra primera cita, él dejó a su perro en el jardín para que me viera por yo le había mencionado que quería conocerlo. Su perro me olfateó una vez e inmediatamente decidió que mi pierna era el lugar perfecto para orinar. Mi chico miró terriblemente avergonzado como su perro descargaba sus fluidos directamente sobre mi pierna. Hemos estado saliendo durante un año hasta la fecha y su perro no me ha orinado a mí (ni a nadie más) desde entonces!".
—Amanda Goodner, Facebook
5. El mediador
Yo no me avergüenzo fácilmente, pero una vez mientras paseaba a mi perro Bruno por nuestro complejo de departamentos, nos encontramos con una pareja que claramente estaba terminando... Yo intenté alejarme caminando rápidamente, pero Bruno decidió que defecar justo enfrente de ellos era buena idea. Así que tuve que permanecer allí de pie mientras esta pareja rompía, las lágrimas brotaban, y todas esas cosas, hasta que Bruno terminó sus asuntos. Puedo asegurar que nunca antes me había sentido tan incómodo.
—Thomas Cummings, Facebook
6. El ladrón de ropa interior
Un verano, cuando yo era niña, tuve una fiesta en la piscina por mi cumpleaños. Mis amigas y yo salimos de nadar para descubrir que toda nuestra ropa interior había desaparecido. Yo tenía la sospecha de que mi perra maltés era la culpable, así que fui a revisar debajo de la cama. ¡¡Ella tenía un pequeño tesoro allí debajo y lo resguardaba como un dragón!! Ella me gruñó claramente con la intención de no devolver ni una prenda. Yo misma tuve que entregarle a cada quien sus propias prendas íntimas. ¡Esa NO era la clase de obsequios que quería dar en mi fiesta!
—Bella The Corgi, Facebook
7. ¡Avalancha!
8. El perro guía
"Traté de usar a mi perra como un perro guía. La sujete del collar, cerré los ojos, y le dije que me llevara hasta la puerta principal. Ella intentó que yo atravesara un poste de la cochera. Tuve un enorme chichón en la cabeza durante días".
9. "El Sr. Confiable"
"Yo organizo fiestas a domicilio solo para chicas con productos que fomentan las fantasías. Una de esas fiesta fue en lo más recóndito de un camino rural, sin vecinos, así que solo ṕor diversión coloqué al "Sr. Confiable" (un consolador con copa de succión con unos 18 cm de largo y 5 cm de grosor, y con testículos) afuera de la puerta principal. Cuando llegó el momento de que el Sr. C hiciera su aparición en la fiesta, yo no podía encontrarlo en la puerta... Hasta que más tarde llegó el marido a la casa y llamó al perro, que se había quedado afuera debido a la fiesta. El perro llegó corriendo sujetando a Sr. C *firmemente* con su boca. El marido no estaba nada feliz, pero el perro estaba extasiado y no dejaba que nadie se lo arrebatara. Al parecer, pasaron meses antes de que pudieran llevarlo lo suficientemente lejos del perro para luego poder tirarlo".
10. El sigiloso rociador de espaldas
11. La atrapadora de tampones
"Mi mejor amiga y su novio estaban de visita, cuando mi perra bajo corriendo las escaleras con un tampón usado que había sacado de la basura. Como si no fuera suficiente, lo dejó caer justo enfrente de ellos como si quisiera jugar a atraparlo".
12. El excursionista con clase
13. El periodo navideño
"Justo después de que me mudé con mi novio, hace dos años, por alguna razón mi perro decidió que mi ropa interior sería su nuevo juguete favorito. Y no me refiero a las prendas limpias, tenían que estar sucias, lo cual ya era bastante vergonzoso. Bueno, ese año nuestras familias vinieron a pasar la Navidad en nuestra casa y me estuve DÍAS preparándolo todo. Estaba saliendo de maravilla, hasta que mi perro apareció bajando las escaleras con un par de ropa interior que yo había usado más temprano ese día cuando comenzó mi periodo."
14. El vibrador
"En una ocasión, yo estaba fuera de casa y uno de mis queridos cachorros llegó hasta mi habitación y encontró el mejor juguete para masticar de todos, por supuesto, era mi vibrador. Él se llevó el vibrador a la sala de estar y lo masticaba alegremente hasta que mi madre se dio cuenta de lo que tenía y se lo arrebató. Cuando llegué a casa, fui a mi habitación y mi madre entró y me lo entregó hecho pedazos diciéndome: "Creo que esto te pertenece"... Yo me quería morir".
15. El "ganador" de la carrera de obstáculos
"Yo estaba muy orgulloso de llevar a mi corgi a su primera competencia de agilidad. Cuando llegó nuestro turno, me di cuenta de que no estaba a mi lado, así que mis ojos lo buscaban frenéticamente cuando noté una conmoción fuera del campo. ¡Mi querido pequeñín había abandonado el campo para comerse el hotdog de una desprevenida mujer! Él lo devoró completamente, y luego volvió para terminar el circuito. Suspiré aliviado al ver que al menos lo completaría, solo que él no colaboró conmigo para el gran final. Se detuvo justo antes del último obstáculo para defecar, y con eso fuimos descalificados. ¡Abandonamos el circuito, yo avergonzado y él triunfante!"
16. La primera impresión
17. El apestoso ladrón de queso
"El año pasado, yo había invitado a unos empleados importante a beber algo y comer unos aperitivos en mi casa, y uno de ellos había traído un queso francés que era de verdad muy, muy caro. Habíamos comenzado en la sala de estar, y fuimos a la cocina por bebidas dejando la comida en la mesa. De repente, oímos un alboroto y mi Shih Tzu apareció cubierto de queso al salir de la sala. Se había comido toda esa maldita cosa y estuvo expidiendo durante el resto de la noche esas flatulencias terriblemente apestosas".
18. La lección del cubo de basura
"Cuando mi esposo y yo comenzamos a salir, él tenía una bolsa de basura en el suelo de su habitación en lugar de un cubo de basura de verdad. Acabábamos de comenzar a salir y estábamos teniendo sexo... mucho. Bueno, los condones que usábamos iban a la basura, como debe ser. Sin embargo, su perro, una diminuta bola de pelos llamada JD, se metió en su basura y decidió que había que arreglar el comedor y la sala de estar. Dejó los condones usados POR TODAS PARTES, y luego los encontró su hermana… ¡que yo ni siquiera había conocido todavía!"
19. El cachorro al que no le importan tus reglas
20. El río turbio
"Mi esposo y yo fuimos a nadar a nuestro lugar preferido del río Santiam en Oregón. Aguas cristalinas y un salto muy lindo, donde una plataforma de unas 15 centímetros bajo el agua permite saltar a un hoyo bastante profundo. Había una familia allí que se turnaba para saltar, y nuestro labrador dorado de 2 años, Bob, fue justo al borde de la pequeña plataforma y tuvo diarrea. Nada pudimos hacer sino mirar".
21. La que grita demasiado
22. El vómito secreto
"Llevé a mi cruza de bóxer con pitbull, que pesa 32 Kilos, al parque canino un día de verano bastante cálido. Estaba tomando agua y, cuando terminó, brincó hacia un hombre despreocupado y vomitó agua como un proyectil sobre la pierna del señor. Mientras se escapaba orgulloso, fingí que el perro que estaba acariciando yo era el mío y que no tenía relación alguna con el otro".
23. La oficiante de bodas
"Nuestra perra nos llevó al altar en nuestra boda al aire libre el año pasado. Llegamos al final y estábamos por entregársela a su "pareja"/cuidador (el marido de mi mejor amiga) cuando decidió mear justo allí en el “altar” (en realidad era el espacio entre dos árboles). Supongo que tan solo nos estaba dando su bendición".
Nota: Las colaboraciones han sido editadas debido a longitud y/o claridad.