Esta es Casey Jenkin, una artista y "activista artesana" de Melbourne, Australia.
El proyecto de Jenkins incluye tejer con su vagina, pero no con el objeto de enloquecer a todo el mundo. El propósito era que la gente estuviera más, eh... más cómoda con las vulvas de las mujeres.
"Tricotando mi útero" involucra a Jenkins "tejiendo con lana que he insertado dentro de mi vagina" por 28 días.
Jenkins explica: "cada día tomo una nueva madeja de lana que ha sido enrollada de modo que se desenredará desde el centro".
"La pongo dentro de mí y entonces saco la hebra y tejo".
Quizás una de las cosas de "Tricotando mi útero" que realmente atrajo a las personas fue el hecho que la actuación duró 28 días.
Lo que quiere decir que continuó incluso cuando Jenkins estaba con su periodo. (Sip).
"La actuación no sería una actuación, si hubiera interrumpido mi ciclo menstrual".
La reacción a "Tricotando mi útero" ha sido positiva en la galería en donde ella actúa. "Cuando estoy sentada en la galería tejiendo, la gente por lo general dice 'eres tan valiente, tan valiente'".
Sin embargo, la reacción al video de Jenkins explicando su proyecto demostró que no todos aman tanto las vulvas como ella.
"La reacción al video clip fue inmediata, masiva y, en gran parte, negativa, caracterizada por el miedo y el asco. La palabra "guácala" aparece bastante, así como también "eww", "repugnante" y "¿por quéééé?". A los signos de exclamación se les permitieron cuadros de comentarios completos, interrumpidos solamente por los signos de interrogación. Todo viene a la crítica; la sangre menstrual usada en el trabajo probablemente se lleva la mayor parte, pero los espectadores han atacado mi corte de cabello, mis cejas, mi piel, mi ciudad natal, las palabras que uso, mi técnica de tejido y el color de mi camiseta. La naturaleza de la respuesta no era inesperada, pero la magnitud fue y está siendo fascinante de observar".