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Un estudio revela que el acoso y las agresiones sexuales pueden afectar considerablemente a la salud física de las mujeres de mediana edad

Un nuevo estudio confirma que las mujeres de mediana edad con pasados manchados por el acoso y la agresión sexuales tienen un mayor riesgo de padecer hipertensión, insomnio y depresión.

Según un nuevo estudio publicado el miércoles en AMA Internal Medicine, la agresión y el acoso sexual pueden causar traumas duraderos y provocar en la salud a largo plazo de las víctimas determinadas dolencias y problemas.

Presión arterial alta, insomnio y depresión son solo algunos de los problemas de salud que suelen sufrir las mujeres de mediana edad que han vivido experiencias de acoso y agresión sexual en el pasado.

El estudio llega en un momento en el que el país está profundamente centrado en las acusaciones por conducta sexual indebida que Christine Blasey Ford ha vertido sobre el candidato al Tribunal Supremo Brett Kavanaugh. En la audiencia ante el Comité Judicial del Senado llevada a cabo la semana pasada, Ford, de 53 años, afirmó que Kavanaugh la agredió sexualmente durante una fiesta celebrada en 1982.

El estudio, realizado por un equipo de la Universidad de Pittsburgh, incluyó a 304 mujeres no fumadoras de entre 40 y 60 años de edad. Entre las participantes, un 19 % declaró haber sufrido acoso sexual en el lugar de trabajo, mientras que un 22 % afirmó haber sido víctima de al menos una agresión sexual.

Las cifras son significativamente más bajas a las de la media nacional. En Estados Unidos se estima que entre el 40 y 75 % de mujeres han experimentado acoso sexual en el lugar de trabajo, mientras que un 36 % lo han hecho en relación a una agresión sexual.

Los investigadores comprobaron la presión arterial, la salud del corazón, la calidad del sueño e incluso su estado de ánimo.

«Sabemos que el estrés afecta a la salud cardiovascular. El acoso y las agresiones sexuales son estresores potenciales para las mujeres. Queríamos comprender lo que implican realmente estas vivencias», afirmó a BuzzFeed News Rebecca C. Thurston, profesora de psiquiatría en la Universidad de Pittsburgh.

Las investigaciones revelaron que las mujeres con experiencias de acoso sexual tenían la presión arterial más alta y una calidad del sueño significativamente peor que la de las mujeres que no habían pasado por situaciones similares. El acoso se asoció a una propensión mayor de sufrir hipertensión e insomnio. Y las mujeres que había sido agredidas sexualmente eran más propensas a tener depresión, ansiedad y una calidad del sueño pobre.

Según los autores del estudio, la presión arterial alta es un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular (primera causa de muerte en mujeres) y un indicador de riesgo entre las mujeres de mediana edad que por lo general desarrollan la afección posteriormente. La mala calidad del sueño, la depresión y la ansiedad también se asocian a problemas físicos preocupantes.

«Hay múltiples desenlaces potenciales, entre los que están la posibilidad de un impacto negativo en el sistema nervioso y sistema hormonal que puede agravar considerablemente el estado de salud general», sentenció Thurston al hablar sobre cómo el trauma emocional producido por una agresión sexual puede afectar al cuerpo.

Además de estas consecuencias para la salud a largo plazo, los investigadores descubrieron que las mujeres más jóvenes o en trabajos menos estables tienen más posibilidades de ser víctimas del acoso, así como que el estrés financiero puede persuadirlas de intentar abandonar un entorno de trabajo pernicioso.

«Dada la alta prevalencia del acoso y la agresión sexual, abordar este tipo de situaciones tan negativas y por desgracia frecuentes puede ser crucial para mejorar la salud y prevenir determinadas enfermedades entre nuestras mujeres», escribieron los autores del estudio.

Thurston aconseja a los médicos que es importante que asimilen que estas experiencias tienen implicaciones médicas importantes en la salud de sus pacientes.

«Pregunta a las mujeres sobre sus experiencias y rodéate de recursos útiles para facilitarles el apoyo, la atención y el asesoramiento adecuados», dijo.

Si has experimentado acoso sexual en el lugar de trabajo o agresión sexual, tu médico puede ayudarte. También puedes hablar gratuitamente con alguien en el 016, sin rastro en la factura.

Este artículo ha sido traducido del inglés.