1. Ser adulto consiste en hacer muchas colas en un montón de sitios todo el rato.
2. La frase "lo entenderás cuando seas mayor" es la mayor mentira que nos dijeron los padres junto a la de los Reyes Magos.
3. Te das cuenta de que de niño querías ser mayor para acostarte más tarde de las doce de la noche y que de mayor lo que más te gusta es poder meterte en la cama a las 23:21.
4. Ese ruido al levantarte y agacharte que pensabas que hacía la gente mayor llega antes de lo esperado.
5. Alimentos que deberían entrar dentro de una renta básica universal como el queso y el jamón son terriblemente caros.
6. El dinero se gasta muy rápido.
7. Las visitas al médico se reducen considerablemente y, cuando vas, es porque realmente crees que te estás muriendo o algo así.
8. Es literalmente imposible tener cuatro amigos cercanos con los que puedas hacer planes conjuntos al mismo tiempo.
9. Siendo adulto desearías que tu madre todavía te castigase sin salir para no tener que ser responsable e inventarte tú una excusa coherente para no ir a un plan.
10. Llega un momento en el que la comida gratis te parece mejor plan que cualquier barra libre.
11. Las resacas son una experiencia cercana a la muerte a partir de los 25.
12. "Perdón, no te leí" es una de las mentiras más socialmente aceptadas.
13. Pasas más tiempo escogiendo restaurantes o decidiendo qué cenar que yendo a restaurantes o cenando.
14. También te das cuenta de que los horarios de comidas, así como sus contenidos, son una imposición social. Y por eso desayunas un pincho de tortilla y cenas un bol de cereales de cuando en cuando.
15. Empiezas a pedir el vino más barato de la carta para parecer un sibarita.
16. Posiblemente si a los 27 te dan a elegir entre conocer al amor de tu vida o dormir 8 buenas horas diarias durante el resto de tu vida escojas lo segundo.
17. Se llora bastante.
18. Vives pensando en el fin de semana para evadirte de la rutina pero cuando llega el fin de semana estás demasiado K.O para hacer algo.
19. Llega un día en que empiezas a responder "cortas" a la pregunta "¿qué tal las vacaciones?" como si fueras tu padre.
20. La idea que teníamos de niños de convertirnos en adultos para "hacer lo que nos diera la gana" es una mentira, porque los adultos estamos cansados todo el tiempo y además tenemos que trabajar para pagar facturas y alquileres desorbitados.
21. La comida caduca muy rápido.
22. No importa la edad que tengas, seguirá generándote estrés tener que hacer la Declaración de la Renta y cada año al mandarla te quedarás sentadito, mirando la pantalla del ordenador, esperando que la policía aparezca en la puerta de tu casa y te ponga los grilletes por haber mandado una factura mal en 2011 o por no haber metido en la Declaración a tu gato.
23. Cualquier persona de tu edad te va a parecer más adulta que tú.
24. En realidad nadie tiene mucha idea de lo que está haciendo con su vida, lo que pasa que hemos aprendido a esconderlo y a fingir que somos maduros y responsables. Ser adulto es básicamente convertirte en un buen actor.