Ir directo al contenido

    20 cosas que todo estudiante Erasmus en Lisboa echará de menos

    Ay, saudades.

    1. Que todos esos amigos que levantaron la ceja y preguntaron "¿Lisboa? ¿Por qué?" tuvieran que tragarse sus propias palabras cuando vieron tus fotos en Costa Caparica DESDE MARZO.

    2. Tus primeras noches sin salir del Miradouro de Bairro Alto.

    3. O intentar encontrar a unos amigos cerca del "Erasmus corner" y terminar con otro grupo de amigos y luego con otro y finalmente con ese grupo de portugueses bien majos que te recomendaron un restaurante rico para comer bacalao.

    4. Beber alcohol infecto pero increíblemente barato en Tasca dos Canarios.

    5. Terminar al menos 4 de los 7 días que tiene la semana en Music Box.

    6. Aunque siempre intentaras entrar en Lux, la discoteca de John Malkovich que lleva estando de moda alrededor de 200 años.

    7. No todo iba a ser beber: echarás de menos las visitas-obligatorias-con-padres a Belém porque allí tenían el único lugar en la tierra mejor que Disneylandia... LA FÁBRICA DE PASTEIS DE NATA.

    8. O subir al elevador de Santa Justa cada vez que tenías que enseñarle la ciudad a alguien.

    9. Y comer el delicioso bacalhau a bras.

    10. O bacalhau com natas.

    11. Sentir que traicionabas tus raíces cada vez que te comías un plato de arroz com polvo... casi, casi, casi mejor que la comida de tu infancia.

    12. Ir los sábados por la mañana a comprar baratijas (o simplemente a cotillear) a la Feira da Ladra en Alfama.

    13. Y perderte después por el barrio que, admitámoslo, es uno de los más bonitos e instagrameables en los que has estado JAMÁS.

    14. Si llegaste a vivir las fiestas de Lisboa echarás de menos comer sardinas en platitos de plástico.

    15. La Superbock.

    16. Y el vinho verde.

    17. Tomarte un pingado en la plaza Príncipe Real.

    18. Colarte en el tranvía.

    19. Ver el atardecer desde Portas do Sol.

    20. Y sobre todo a todas las personas que hicieron de tu Erasmus en Lisboa uno de los momentos más divertidos (y borrachos) de tu vida.