1. Tu estado sentimental se reduce a dos fases: instalando Tinder / desinstalando Tinder.
2. Porque cuando estás fuera piensas que quizás deberías darle una nueva oportunidad pero luego estás dentro y, bueno:
3. Y cuando pareces haber encontrado un rayito de sol entre tanto swipe la cosa no suele mejorar.
4. Te aburre soberanamente iniciar una conversación porque sabes que todas son LA MISMA CONVERSACIÓN aunque sabes que es la única manera de terminar teniendo una cita.
5. Cuando por fin encuentras a alguien que es un pelín más entretenido que hacerte la citología y toca pasar a la acción te das cuenta de que no estas mentalmente preparada...
6. ...y por eso SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE te planteas cancelar la cita 30 minutos antes.
7. Por lo que recurrirás a tu mejor amiga / alma gemela gay para que te de una buena razón para pintarte los morros e ir a esa cita.
8. A los 5 minutos de llegar es posible que ya tengas claro si esa cita merece la pena o si volverá a ser la pereza máxima...
9. ...pero por mucho que lo sepas te espera al menos una horita tomando algo con un completo desconocido.
10. Lo peor que te puede suceder es que la otra persona sea UN MUERMO.
11. Y que eso te obligue a hacer tú los esfuerzos
12. Eres de la opinión de que las primeras citas deberían estar prohibidas.
13. Por lo general eres bastante veloz para ver si hay o no hay "química", por lo que tener que aguantar más de 20 minutos a una persona que te da igual te parece una odisea.
14. En todas tus citas se da siempre un momento incómodo en el que no ves futuro a lo-que-sea-que-sea-eso pero tampoco te parece del todo mal tomarte otra cerveza.
15. Y al final siempre sucede lo mismo: vuelves a casa pensando que cita ha sido bastante MEH y que habrías invertido mejor tu tiempo quedando con tu mejor amiga / alma gemela gay.
16. Porque puede que ellos tengan razón... ¿pero qué más dará?
