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17 datos históricos curiosos sobre la menstruación y lo que hemos tenido que aguantar por ella

El tampón lleva siglos inventado: en el Antiguo Egipto las mujeres de clases altas utilizaban papiro enrollado para absorber la sangre menstrual.

1. Se cree que los cazadores en la prehistoria tenían pánico de la sangre menstrual porque creían que su olor podría propiciar el ataque de animales peligrosos.

2. Hipócrates (466 y el 377 a.C) creía que la sangre menstrual era un desecho porque la mujer generaba demasiada sangre.

3. En la Edad Media, bebiendo de los griegos, se consideraba que la mujer era más débil que el hombre y que era incapaz de digerir bien los alimentos... así que los restos de estas indigestiones se evacuaban durante la menstruación.

4. Lo más curioso de todo es que no fue hasta el siglo XX cuando los médicos alemanes, Fritz Hitschman y Ludwig Adler, determinaron que el ovario tenía “cierta” influencia sobre la menstruación y los procesos del útero en el embarazo.

5. En el siglo I d.C., Plinio el Viejo dedicó un capítulo entero a la menstruación en su libro ‘Naturalis historia’, de donde podemos afirmar que salieron muchísimas de las leyendas urbanas posteriores.

6. Por ejemplo, en el siglo XX, las trabajadoras de bodegas y destilerías no trabajaban cuando tenían la regla porque todavía se pensaba que la menstruación agriaba el vino.

7. Para añadir más leña al fuego, a principios del siglo XX, el doctor Béla Schick "descubrió" que cuando alguien llevaba flores al hospital y estas quedaban a cargo de una enfermera con la regla, las flores se marchitaban antes.

8. Entre 1700 y 1900 las mujeres de las altas clases europeas utilizaban algo un tanto chocante para parar el fujo menstrual: NADA.

9. En 1937, Leona Chalmers patentó y comercializó un invento denominado "receptor catamenial", que era nada más y nada menos que la copa menstrual.

10. El tampón lleva inventado, de manera muy rudimentaria, desde hace siglos: en el Antiguo Egipto las mujeres de clases altas utilizaban papiro enrollado para absorber la sangre menstrual.

11. En el siglo VI, las mujeres ricas pertenecientes al Imperio Bizantino, encargaban tampones a los griegos de Crimea, que los elaboraban con la mejor lana y la enrollaban de una manera particular. Podríamos estar ante la primera fábrica oficial de tampones.

12. Aunque el tampón tal y como lo conocemos se lo debemos a Earle Haas, un osteópata de Denver que decidió poner solución al trajín que, mes tras mes, su mujer se traía con los trapos y compresas de tela.

13. Debido a que el hecho de introducirse algo cilíndrico en la vagina era considerado algo "sexual", el tampón tardó un poquitín en conquistar el mercado.

14. En 1888, Johnson&Johnson comercializó las primeras compresas desechables... en contraposición con las compresas de tela o los paños que se utilizaban hasta entonces.

15. Sin embargo, después de la I Guerra Mundial las compresas tal y como ahora las conocemos vivieron su época de esplendor.

16. Aunque sean menos populares, las compresas reutilizables siguen utilizándose a día de hoy, especialmente por ecologistas, personas preocupadas por el medio ambiente u otras que no quieren gastarse un pastizal todos los meses.

17. Ah. Y cuando las compresas no tenían alas... ¡se sujetaban con un cinturón!