1. Las señoras que se te cuelan con muchísima profesionalidad y astucia en el supermercado.
2. El mando de la tele forrado con plástico transparente como si fuese algo tan frágil como la cabecita de un recién nacido.
3. Resistirnos a la llegada del IKEA porque somos incapaces de deshacernos del mítico MUEBLE APARADOR.
4. Saber que el café con leche y el pincho de tortilla son un matrimonio perfectamente bien avenido.
5. Como el pepito de ternera: porque la única manera posible de mejorar un filete es metiéndolo dentro de una barra de pan.
6. Guardar tu set de costura en una caja de galletas danesas.
7. Plantar la sombrilla para coger sitio en la playa, aunque luego te vayas a desayunar y no vuelvas en dos horas o tres horas.
8. Tener que hacer una sola cosa en todo el día y hacerla regular.
9. Los azulejos con mensaje de los bares.
10. Este vaso color whiskey que debe estar en tu casa heredado de la época de posguerra o algo.
11. Las gorras de la Caja Rural.
12. Pedir "un corte" de postre en verano.
13. Que podamos beber cerveza en el McDonal's.
14. Las persianas, nuestra gran creación.
15. Hacer botellón en el coche en un parking.
16. Pararte a mirar y a quejarte de las obras.
17. Un taxista escuchando la COPE.
18. Ponerse muy creativo con la presentación de la ensaladilla rusa.
19. Tener muchas rotondas y que algunas de ellas tengan monumentos que carezcan por completo de sentido y de buen gusto.
20. Merendar prácticamente un paquete de Campurrianas.
21. Poner los adornos de Navidad en el puente de diciembre.
22. Y ser muy rebeldes a cualquier edad.
