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El saber sí ocupa lugar. Y por eso hay que organizarlo.
Esta estantería DIY tiene sus ventajas: es perfecta para poder organizar tus libros sin perder un espacio para poner una lamparita de noche, una taza de café o, simplemente, la foto de tu perro. Pero además es que mola muchísimo. Descubre cómo hacerla aquí.
¡Cualquier cosa puede ser un soporte para tus libros! Por ejemplo, esa escalera que compraste cuando te enganchaste a Bricomanía pero la tienes muriéndose de pena en un armario. En Casa Haus dan algunas ideas.
Una manera de dar ligereza a una pared es librándote de pesadas estanterías sustituyéndolas por objetos menos pesados. Y una forma estupenda de hacerlo es mediante cestas y cajas donde meter tus libros, como proponen desde Life over easy.
A veces ni siquiera tenemos espacios para colocar una librería. O encontramos algún punto en la pared, ya sea al lado de nuestra cama o de la bañera, donde nos vendría bien tener unos cuántos libros a mano. Estas estanterías invisibles, que harán que parezca que tus libros flotan, son estupendas para esos rincones.
Ah, ya entiendo. Tu problema no es tanto de organización espacial como de organización mental. Entonces está claro que lo que necesitas es una estantería como esta de Cush Design Studio o similares, con la que podrás ponerte el propósito de que tus libros leídos pesen más que los libros por leer.
Un sofá y unas estanterías básicas de IKEA y voilà, ya tienes tu rincón de lectura. Tener todos tus libros en un espacio dedicado a la lectura te ayudará a mantener una mejor organización. Aquí encontrarás algo de inspiración.
Porque si hay algo que da la misma vida que un buen libro con un montón de plantitas. El Instagram de createaholic te puede servir de inspiración.
Para no olvidar lo que tienes por leer y dejar de comprar libros compulsivamente, puedes recogerlos en una cómoda cesta para dejar en tu dormitorio o en tu salón. Aquí podrás inspirarte.
Puedes crear una estantería temática inspirándote en aquellos escritores o libros que te gusten. Por ejemplo, si te flipa Jane Austen, ¿no crees que estaría muy contenta al lado de una tacita de porcelana inglesa y una bella escultura? ¿O por qué no añadir un marco con un dibujo de Bath? Imaginación al poder.
¿Qué mejor que tus libros favoritos para rellenar esa esquina insulsa de tu cuarto?
Las oficinas viejunas tienen su encanto. Y sus materiales mucho más. No hace falta irse a los 60 para conseguir unos sencillos archivadores y, con un poco de maña y una tabla bonita encima, tienes un espacio bien cuco para almacenar libros y libros y libros.
La gente de Instructurables te enseña a hacer este asiento-librería tan chulo.
Que quizás si de repente quieres leer el que está debajo del todo se convierte esto en la jenga, pero mientras tanto queda bien bonito.