1.
La única pregunta capaz de sembrar la duda razonable ante la idea de hacerte un piercing en la nariz.
2.
Esta frase que fue, con toda probabilidad, tu primer acercamiento al lenguaje inclusivo.
3.
Esta pregunta retórica que desafiaba todas las leyes de la biología.
4.
La única respuesta posible al "mamá, ¿me puedes dar otros cinco euros?".
5.
Esta frase que de pequeño te daba más miedo que encontrarte la cabeza de un caballo en la cama.
6.
Esta frase que es un poco el 'Come, reza, ama' de las madres.
7.
Esta frase que convertía a tu madre en 'Cazarrecompensas'.
8.
Este recurso utilizado cada vez que te dejabas el baño sin recoger.
9.
El enfado de Schrödinger: "¿debo seguir enfadada o ya me puedo desenfadar? Tengo hambre".
11.
Esta pequeña indirecta.
12.
Esta premonición anímica.
13.
Esta amenaza de marcharse ella y de arramplar con todo el mobiliario.
14.
Y esta preciosa declaración de amor incondicional y eterno.
