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    18 situaciones muy familiares para aquellos que odian a los niños

    Oh, Dios mío, ese bebé está sonriendo, ¿QUÉ HAGO?

    ¡Bebés!

    Son adorables, ¿verdad? A todo el mundo le gustan los bebés.

    Y si no te gustan eres UN MONSTRUO.

    1. Cuando haces scroll en tu muro de Facebook y ves que tu mejor amiga del instituto lleva ya 847 fotos de su maldito vástago.

    2. O peor, cuando quedas con "esa amiga" y te enseña fotos de su maldito vástago en su teléfono móvil.

    3. ¿Es demasiado loco pensar que todos los bebés del mundo tienen exactamente la misma cara y podrían ser intercambiables?

    4. Aunque lo peor no son las fotografías... es cuando te enfrentas a un bebé de CARNE Y HUESO.

    5. Y te hacen cogerlo.

    6. COGERLO EN BRAZOS. EN TUS BRAZOS.

    7. O cuando los padres te hablan emocionados de los logros del bebé en plan "ya gatea" o "dice patata" y es como de "¿pero ha ganado un Nobel o algo relevante?".

    8. Además, cuando los niños gatean parecen borrachos diminutos.

    Él hubiese merecido un Óscar por este gateo. Tu hijo no.

    9. No entiendes por qué los padres ven cosas maravillosas en cosas que son repugnantes en plan "¡se ha hecho cacota!", "¡Se le cae la babita!", "¡Uy, un eructito!".

    10. O cuando de repente las vacaciones con tus amigos se empiezan a plantear en función de si los sitios son "aptos para niños".

    11. Cuando estás en un restaurante caro por la noche y hay un bebé llorando en la mesa de al lado.

    12. O cuando vas al baño con una amiga-madre y de repente ves cómo le cambia el pañal a su bebé.

    13. "Huele a Nenuco".

    14. Y tener esa extraña sensación de que todo adulto con hijos se ha ido acostumbrando poco a poco al horrible olor de la caca de su hijo.

    15. Cuando pasas más de 20 minutos con un crío y ya le has sacado la lengua un par de veces y has puesto cara de susto otras tres.

    16. Reconoces que algunas veces son adorables.

    17. Y graciosos.

    18. Pero en general y como les dices siempre a tus padres prefieres a los niños formados, de más de 18 años y con barba.