1. Por una estúpida jugada del destino, tu mejor amiga y tú habéis acabado viviendo muy lejos.
2. Lo que os ha convertido en usuarias avanzadas de Whatsapp.
3. Y en casi accionistas de Skype.
4. Desde que tu amiga está lejos, no te resulta raro beber vino sola en casa delante del ordenador.
5. De hecho, no te resulta raro hacer UN MONTÓN DE COSAS delante del ordenador.
"¡Llevábamos dos semanas sin hablar! ¡No me juzgues!".