Ir directo al contenido
  • Lola badge

21 historias reales de mujeres que interrumpieron su embarazo

Porque una experiencia no puede resumir todas las experiencias.

El 5 de julio del año 2010, entró en vigor en España la conocida como Ley de Plazos, que despenaliza la práctica de la interrupción voluntaria del embarazo durante las primeras 14 semanas.

El debate en torno al aborto sigue generando polémica y discusión tanto a nivel político como a nivel social.

BuzzFeed España ha preguntado a la Comunidad BuzzFeed por sus historias y experiencias con la interrupción del embarazo.

Estas son algunas de las historias que hemos recibido.

1. "No fui una niñata que no supo cerrar las piernas, he sido una buena madre que tomó la decisión de no darle a su hijo una vida de mierda".

2. "La clínica era el sitio más frío del mundo y la gente más gris y menos receptiva del mundo y, por desgracia, vi a muchas chicas solas o acompañadas por alguna amiga".

"Llevaba poco más 3 meses con mi actual novio, tuve un retraso en la menstruacion y no era normal en mí, así que supe desde el primer día que estaba embarazada: me hice el test y dio un gran positivo.

Llamé a mi novio y le dije lo que pasaba, él me preguntó que qué quería hacer y yo, que siempre he sido contraria al aborto, grité que quería que me sacasen eso de dentro.

Investigué clínicas en Internet y al día siguiente nos atendieron. Tuve que ir dos veces más y me dieron una pastillita cada vez que fui. La clínica era el sitio más frío del mundo y la gente más gris y menos receptiva del mundo. Mi novio y yo pagamos la mitad cada uno, un día le dije que se estaba portando genial conmigo acompañándome y me dijo que nada de darles las gracias, que es lo que había que hacer.

Desgraciadamente, vi a muchas chicas solas o acompañadas por sus amigas.

Durante el tratamiento aquello era una montaña rusa de emociones: a veces no paraba de llorar y otras me reía como una loca.

Para mas inri trabajo en un cole: una amiga mía a la que le conté la historia alucinaba viéndome jugar con los pequeños con tanta tranquilidad y alegría con el jaleo que tenía que tener en la cabeza... No era difícil entender que simplemente sabía que no era el momento de ser madre".

Hmd, 32 años, Madrid.

3. "Mi experiencia fue bastante buena ya que conté con el apoyo de mi pareja desde el primer momento y ambos teníamos claro que no estábamos preparados".

4. "Es una sensación agridulce cada vez que pienso en el pasado: me salvé de tener un hijo con una alimaña y caer en la pobreza pero hay una cicatriz que motivó muchas decisiones vitales y que estará conmigo para siempre".

"Me quedé embarazada con 28 años de un tipo con el que llevaba saliendo 6 meses. En ese momento yo tenía un trabajo de mierda y compartía piso pero me hubiese gustado seguir adelante con el embarazo.

Él tenía un piso en propiedad y un trabajo digno, me dijo que ni en sueños pensase que se iba a hacer cargo del crío económica o emocionalmente: yo en aquel momento no sabía que daba igual que él no quiera hacerse cargo, que la ley me amparaba, pero tampoco me gustaba la idea de traer al mundo un ser al que su padre rechazaba de pleno. Además, mi única opción era volver a casa de mis padres en una ciudad de provincias y estar en paro.

Fue traumático en el sentido de que todo se redujo a una cuestión económica, me dije a mi misma un poco rollo 'Lo que el viento se llevó' que esto no me volvía a pasar y que mi prioridad era conseguir una estabilidad laboral y económica para hacer lo que me saliera del coño.

También tengo marcados a fuego algunos comentarios de varios trabajadores sociales que eran de un sexismo flagrante rozando el maltrato psicológico, por supuesto dirigidos siempre hacia mí y no hacia el hombre.

Años más tarde dejé España para irme a vivir a un país extranjero donde las ayudas por maternidad son buenas y donde yo tengo un buen trabajo. Con pareja estable tardamos casi once meses en conseguir un positivo y a mí me asaltaron muchos demonios en ese periodo por la incertidumbre del 'y si no puedo quedarme embarazada otra vez'.

Ahora que tengo a mi ya no tan bebé en brazos, pienso que fue muy triste lo que pasó y que sufrí una violencia estructural muy dura por el hecho de ser mujer, soltera y precaria. Pero si las cosas hubieran sido diferentes no estaría ahora aquí conmigo mi hija.

Es una sensación agridulce cada vez que pienso en el pasado. Me salvé de tener un hijo con una alimaña y caer en la pobreza, además tengo una familia maravillosa ahora, pero hay una cicatriz que motivó muchas decisiones vitales y que estará conmigo para siempre".

Ruth, 35 años, Madrid.

5. "Al contrario de lo que se pueda pensar, una vez lo hice lo único que sentí fue un gran alivio y el sentimiento de culpa no apareció por ninguna parte".

6. "Sí, me sentí culpable por abortar pero con el tiempo esa sensación desapareció. A día de hoy sigo convencida de que hice bien. No quiero tener hijos por muchas razones y sé que, de haberlos tenido, hubiera sido una persona absolutamente infeliz".

"La primera vez que aborté fue en 1991, con 19 años. Me había quedado embarazada de mi novio y nunca quise tener hijos, así que me fui a una clínica de planificación familiar en Barcelona y me hice el aborto. No recuerdo si pagué algo, creo que sí, unas 25.000 pesetas de la época.

La segunda vez fue en el 2001, por accidente otra vez, del que ahora es mi marido. Siempre tuve claro que no quería tenerlo porque además, el padre y yo acabábamos de empezar a salir, yo iba a entrar en la universidad en Barcelona y él vivía y trabajaba en Madrid. Esta segunda vez fui a una clínica privada y creo recordar que pagué 300 euros. Me tuvieron que hacer un raspado con posterioridad, porque el tejido había cicatrizado de tal manera que no me bajaba el período. Me sometieron a un cuestionario para demostrar que no tenía ninguna enfermedad mental o que lo hacía de manera absolutamente voluntaria, recuerdo que me pareció más difícil abortar en Barcelona por la burocracia que rodea el asunto.

No me arrepiento en ninguno de los dos casos pero me hubiera gustado no tener que pasar por esos trances. Sí, me sentí culpable por abortar pero con el tiempo esa sensación desapareció. A día de hoy sigo convencida de que hice bien. No quiero tener hijos por muchas razones y sé que, de haberlos tenido, hubiera sido una persona absolutamente infeliz".

Matilde, 44 años, Barcelona.

7. "Fue una experiencia dura, pero no tanto por el hecho de abortar, sino porque estuve sola durante el proceso".

8. "El proceso fue rápido y frío, apenas recuerdo nada porque me sedaron. Recuerdo que había otra chica cerca que era la tercera vez que se lo hacía".

"Me quedé embarazada de un tío con el que estaba enrollada cuando tenía 24 años. Nada serio. Decidí no tenerlo porque no estaba preparada y no quería tener un vínculo eterno con el que sería el padre, un profesional del menudeo.

Fuimos a una clínica de Madrid, pagamos los 300 euros de entonces a medias.

El proceso fue rápido y frío, apenas recuerdo nada porque me sedaron. Recuerdo que había otra chica cerca que era la tercera vez que se lo hacía. En unas 3 horas ya estaba fuera, él me llevó a mi casa y ya no le volví a ver. Le cogí manía y asco, le evité y dejé de responder sus mensajes.

Creo que si me volviera a pasar no lo volvería a hacer, la sensación que me quedó fue como de vacío y deshumanidad".

Paula, 34 años, Madrid.

9. "Es lo típico que necesitas borrar de tu mente y lo tengo borroso".

10. "Sé que hice lo correcto, pero sigo pensando en cómo sería, cuánto tiempo tendría ahora... No lo tuve, pero sigo pensando en él y lo tengo en el corazón para siempre aunque no lo conocí".

"El año pasado, al dejarlo con el que era mi pareja en ese momento, tardó en bajarme la regla pero como siempre la he tenido muy irregular no hice mucho caso.

Cuando ya habían pasado un par de semanas decidí hacer el test y dio positivo. Lo primero que se me vino a la cabeza fue 'no puedo tenerlo'. Me hice el test con mi mejor amiga y ella me ayudó en todo, lo primero que hizo fue preguntarme qué quería hacer y le dije que abortar.

Fuimos al hospital al día siguiente y ahí me informaron de cómo era el proceso y rellené un par de formularios.

El día que volví para interrumpirlo me hicieron una ecografía, lo que me hizo dudar al principio fue que el ginecólogo me puso los latidos y me dio la foto. Me lo pensé pero decidí hacerlo, en ese momento no le podia dar todo lo que quería.

Fue autoinducido. No me esperaba tanto dolor, pero duró un día.

Sé que hice lo correcto, pero sigo pensando en cómo sería, cuánto tiempo tendría ahora... No lo tuve, pero sigo pensando en él y lo tengo en el corazón para siempre aunque no lo conocí. Lo que hizo que fuera más difícil fue no decirle nada a mi ex, ya que tenía miedo; sé que en eso me equivoqué porque aunque fuese decisión mía, él debía saberlo".

Anna, 20 años, Mallorca.

11. "Me di una segunda oportunidad y es un derecho que todas deberiamos tener, seamos de donde seamos y tengamos la edad que tengamos".

"Mi aborto fue voluntario, yo era menor de edad, mi madre me apoyaba pero mi novio no quería y me veía bastante sola, sin estudios y teniendo que vivir de mantenida para poder tenerlo.

Llevaba muy poco tiempo con mi novio y estaba segura que el al no querer tener un hijo por su situación de desempleado y su edad (19) acabariamos peleándonos y destrozando la relación.

Yo quiero que cuando tenga un hijo viva sin ningun tipo de falta y con sus dos padres juntos al ser hija de padres separados. A veces me arrepiento, pero me da fuerzas para que lo que hice sirva de algo (estudiar ,buscar trabajo ,tener mi casa) y nunca compensaré lo que perdí, pero tendré la oportunidad de hacerlo bien.

Psicológicamente no sé si podría volver a hacerlo.

No tuve que pagar nada, solo había que pagar si te querias anestesiar, yo no lo hice y me dolió mucho. Pasó casi un año para recuperarme de ello, quería volver a quedarme embarazada, incluso quería mentir a mi novio para que me dejara en cinta, pero comprendí que lo que hice no tiene marcha atrás y que debía servir de algo: ahora sigo estudiando, sigo con mi novio y todo me va bien.

Me di una segunda oportunidad y es un derecho que todas deberiamos tener, seamos de donde seamos y tengamos la edad que tengamos".

María, 18 años.

12. "A día de hoy me arrepiento mucho de haber abortado, mi pareja de ahora tiene dos hijas y todos los días me pregunto si conmigo hubiese sido igual".

13. "Decidí abortar porque o moría él o moríamos los dos".

"Fue la vez que perdí la virginidad y no sabíamos muy bien cómo poner el preservativo. Se rompió.

Decidí abortar porque o moría él o moríamos los dos (mis padres me hubiesen matado, además sufro problemas de espalda desde pequeña por lo que siempre me han dicho que no podría tener un parto natural).

Aborté con los ahorros que tenía de cuidar a mis primos. Mis padres siguen sin saberlo".

María, 18 años.

14. "Salí de allí muy triste pero con la plena convicción de haber hecho lo correcto. Es una situación muy dolorosa y es algo que se lleva siempre".

"Llevaba un par de meses de retraso pero en mi cabeza era inconcebible el hecho de estar embarazada. Hacía justo ese tiempo que había tenido relaciones con un chico al que había conocido una noche de fiesta, pero habíamos usado precaución.

De repente empecé a tener síntomas de embarazo (náuseas y repulsión a algunos alimentos y olores). Fui a la farmacia y compré un test de embarazo. A la mañana siguiente y siguiendo las instrucciones del prospecto me lo hice. No podía creer lo que estaba viendo. De pronto el mundo se me cayó encima, mi vida se paralizó... había dado positivo.

Toda mi vida he tenido la ilusión de ser madre, de formar una familia... pero no de esta manera. El aborto fue lo primero que me vino a la cabeza. Yo no tenía medios ni estaba preparada psicológicamente para traer un hijo al mundo y menos de un casi desconocido.

Muy nerviosa y sin saber qué hacer llamé a una amiga y se lo conté. Ella me dijo que pidiera vez en mi médico y así lo hice. Me dieron vez para ese mismo día. Llegué y le conté a mi doctora lo que había pasado. Le dije que el test de embarazo había dado positivo y que yo no quería seguir adelante con el embarazo. Me miró por encima de sus gafas, juzgándome severamente con su mirada... sacó un libro, consultó y me dijo que me tenía que ir a otro centro de salud para que me viera un asistente social. Me dijo que si económicamente estaba preparada para tener un bebé, no podían interrumpirme el embarazo.

Llorando salí de allí y más asustada que al principio. Con la ayuda de mi amiga me fui a una clínica privada. Nada más llegar conté mi caso y me dijeron que no me preocupara más, que me iban a ayudar. Me explicaron los dos métodos de interrupción del embarazo y me aconsejaron el aborto quirúrgico por mi avanzado estado de gestación (estaba ya de siete semanas). Me dieron un sobre con información y me dijeron que por ley tenía que esperar tres días para sopesar mi decisión. Era viernes y hasta el lunes no me harían el aborto.

Me fui a mi casa, desolada. No me sentía con fuerzas para contárselo a nadie más así que decidí llevarlo solo con mi amiga como confidente.

Fue el peor fin de semana de mi vida. Estaba totalmente segura de la decisión que estaba tomando, es más, en mi cabeza nunca existió otra opción, pero aun así era la decisión más dura de toda mi vida. Desde el momento que fui consciente de que estaba embarazada no podía parar de pensar en el bebé y en todo lo que yo no podría ofrecerle.

El lunes por la mañana me levanté y fui directa a la clínica, solo quería ponerle un punto final a todo. Fui acompañada de mi amiga. En una mañana todo pasó... salí de allí muy triste pero con la plena convicción de haber hecho lo correcto. Es una situación muy dolorosa y es algo que se lleva siempre. Han pasado casi dos años y aún me duele revivirlo, pero sé que tomé la decisión correcta.

En cuanto al dinero; tuve que tomarlo prestado e ir devolviendolo poco a poco".

Luna, 29 años.

15. "Es una decisión difícil, pero al menos vivo tranquila sabiendo que no le di un hijo a un maltratador".

"Normalmente el embarazo es motivo de alegría. O por lo menos de algo de esperanza. Pero no fue mi caso. Yo me quedé embarazada en medio de una relación tormentosa.

Mi ex pareja era un hombre manipulador, controlador y autoritario. Y cuando vi el test positivo no podía dejar de llorar. Temía que pudiese ejercer más poder sobre mí o que quisiese educar a la nueva criatura como él. De todas formas, como estaba totalmente sometida, le consulté a él e hice lo que él me ordenó: aborté.

Lo hice en una clínica privada (enviada desde la seguridad social), donde la gente que te atendía te trataba como si te fueses a extirpar una verruga. Todo el mundo sonreía y era amable, me resultaba muy frívolo. Tras el proceso me llevaron a una habitación donde lloré por primera vez por este tema. Después la culpabilidad me hizo entrar en una depresión. De esto hacen 7 años.

Hoy por hoy siento algo de remordimiento, pero no me arrepiento de mi decisión. Y agradezco poder haber tenido la opción de elegir. Es una decisión difícil, pero al menos vivo tranquila sabiendo que no le di un hijo a un maltratador".

Anónima, 31.

16. "Ya han pasado 5 años de ello y aunque piense en ello ya no se puede hacer nada. Además, creo que si volveria atrás volvería a tomar la misma decisión, por dolorosa que fuera".

17. "Fui con mi pareja a una clínica, él pagó la intervención ya que sabía que eso era cosa de dos y ya que yo iba a ser la que pasara por ello, él decidió hacer eso por mí".

"Tuve el aborto a los 15 años, tomaba precauciones pero aun día se me olvidó la pastilla y... ¡sorpresa!.

Cuando no me bajó la regla me preocupé muchísimo, llevaba 2 años con mi pareja y me apoyó en todo momento, aunque él quería quedárselo y en cambio yo tuve muy clara la decisión.

El problema fue contárselo a mi madre, soy de una familia latina y tendemos a ser muy conservadores, a los 16 en España se puede abortar sin necesidad de tener el consentimiento de tus padres pero me faltaban dos meses para cumplirlos, así que se lo tuve que contar. Mi madre intentó convencerme de que me lo quedara o lo diera en adopción, pero al final le hice entender que no era eso lo que quería y ella logró entenderlo.

Fui con ella y con mi pareja a una clínica, él pagó la intervención ya que sabia que era cosa de dos y ya que yo iba a ser la que pasara por ello, él decidió hacer eso por mí.

Hoy estoy en la universidad, estudio derecho y sigo con la misma pareja. La decisión no me persigue, al contrario, creo que fue una decisión muy madura que logré sostener a pesar de lo que decían los demás y gracias a eso estoy donde estoy.

Hoy estudio y trabajo y, con un hijo, eso no habría sido posible. Soy feliz y estoy agradecida de poder haber tenido esa opción".

Anónima, 19.

18. "Decidí abortar. Él negaba una y otra vez que el aborto fuese una opción e intentó persuadirme para que no lo hiciera. Pero mi decisión estaba tomada".

"El chico con quien estaba desde hacía tiempo (ahora mi ex marido) me dijo que era estéril, que habia intentado miles de pruebas médicas y que no habia una minima posibilidad de que fuera padre. Al principio, utilizábamos preservativo y yo usaba el aro vaginal. Pero, poco a poco, me fue convenciendo de que dejáramos de utilizar ambas cosas, pues el embarazo no podía darse (nos hicimos ambos pruebas de transmision sexual, y salieron negativas).

Al poco tiempo me quedé embarazada. Él estaba muy feliz. Yo no. No quería ser madre, todavía no. Le pedí discreción hasta saber qué hacer, pero él se lo dijo a sus padres. Fue muy duro para mí. Vivía sabiendo que seguramente él me había mentido, que yo no quería ese bebé y que toda su familia me daba la enhorabuena.

Decidí abortar. Él negaba una y otra vez que el aborto fuese una opción e intentó persuadirme para que no lo hiciera. Pero mi decisión estaba tomada.

Lo pasé mal, muy mal. Pero ahora sé que tomé la decisión correcta. Mi pareja, de quien estoy separada, resultó ser un manipulador, machista y yo jamás habría sido feliz con él y eso hubiese repercutido en el bebé".

Anónima, 27.

19. "Durante todo el proceso estuve llorando mientras una enfermera me decía 'no te preocupes ya serás madre en otro momento' pero no tuve el valor de decirle que no lloraba por eso, que en ese aspecto era lo contrario, estaba agradecida"

20. "Gracias a esto pude seguir con mi vida como había sido hasta el momento del embarazo y el trato médico fue genial".

"En España te dan muchas facilidades para realizar un aborto seguro. En cuanto me enteré de que estaba embarazada pedí cita en planificación familiar para la interrupción del embarazo. Allí me hicieron una ecografía para saber de cuánto tiempo estaba y me explicaron todas las ayudas que podría recibir en caso de decidir tenerlo. Me obligaron a esperar tres días para pensármelo, pero yo estaba muy decida a realizar el aborto pues mi situación económica, familiar y sentimental no eran buenas y yo quería poder seguir estudiando sin complicaciones y seguir mi vida sin la dificultad de tener que cuidar de alguien más.

Simplemente pensé en mi misma y vi que ese no era el momento de ser madre.

Llegó el día que me había dado la cita por la seguridad social y allí había muchas mas chicas de las que yo habría imaginado. Había chicas que ya lo habían realizado varias veces e incluso chicas de 15 años que lo hacían obligadas por sus padres.

Me dieron a elegir anestesia general o local y elegí la general. Fue un proceso muy rápido y en cuanto me recuperé de la anestesia me dejaron irme a casa. Gracias a esto pude seguir con mi vida como había sido hasta el momento del embarazo y el trato médico fue genial".

Sara, 22 años.

21.

"Todo empezó en el verano de 2013. Acababa de salir de una relación de 3 años con el que ahora es mi mejor amigo. Por despejarme un poco, pasé un mes en el pueblo de mi madre donde también estaba un chico con el que me lié en una fiesta estando bastante borracha.

No le di suficiente importancia hasta que al día siguiente el chico me preguntó que qué pasaba a partir de ahí y pensé que dado que estaba necesitada de cariño, podría tener un rollo de verano. Nos liamos varias veces y siempre acabábamos en la cama, él diciéndome que controlaba y que los condones estaban lejos y yo, como una tonta, creyendo en él.

Hubo un día en el que a pesar de que nunca lo había hecho sin protección, me pareció que había terminado dentro y cuando se lo dije me dijo que no, que no me preocupara y que me estaba poniendo nerviosa por nada, así que lo dejé pasar. Segundo error.

Unas semanas más tarde, el día que me debía bajar la regla, solo manché un poco y empecé a preocuparme, pero no me hice la prueba hasta que volví a mi casa, donde hablé con un amigo médico y me acompañó a hacérmelas. Dio positivo.

En ese momento me sentía como en una nube, no quería creérmelo, me faltaban unos años para acabar la carrera, el chico que sería el padre se había empezado a obsesionar conmigo hasta un punto enfermizo y sabía que se lo tendría que decir a mis padres, pero también sabía que no quería tener ese hijo (nunca he tenido mucho apego por los niños y no podría hacerme cargo de él sin haber terminado una carrera que me estaba costando tanto esfuerzo y dejarlo todo por un error mío que además significaría el estar unida en cierta forma a ese chico para siempre, y a saber cómo iba a terminar aquello). Así pues, ese mismo día mi madre se enteró por mi preocupación (a pesar de intentar ocultarla), se lo conté a ambos y también se acabó enterando el chico, ya que consideré que a pesar de todo debía saberlo.

Aquí vino casi lo peor, él quería tenerlo (mis padres me apoyaban) y acabó viniendo a mi casa para ""ayudarme a pasarlo"", lo cuál consistió en varios días intentando convencerme de tenerlo al final acabé descubriendo con el tiempo que parecía más como si él quisiera salir de su vida porque vivía cuidando a su bisabuela y estaba harto), e incluso su abuela, con la que vivía, me llamó un día diciéndome que cómo iba a matar una vida, que me arrepentiría de esto toda mi vida... y que su nieto me quería mucho.

A pesar de todo esto, hablé con el médico y pusimos fecha para tener un aborto quirúrgico. Llegado el día, yo estaba nerviosa, pero intentaba ocultarlo, porque además me acompañaron los 3 y el ""padre"" estaba más nervioso así que intenté no preocuparles de más.

Allí me hicieron una ecografía donde sólo se veía un conjunto de células muy pequeño (no llegaba al mes aún de embarazo) y me llevaron a una camilla donde había 3 chicas más. Una de ellas dijo que ya era el segundo que tenía y la otra, una chica joven como yo, estaba muy nerviosa, por lo que entre las dos nos pusimos a intentar tranquilizarla. Cuando me tocó el turno, después de estar un rato con la vía y de haberme realizado un análisis de sangre, me metieron en el quirófano y el médico me dijo 'ahora te vamos a anestesiar y la operación durará unos 5 minutos, no te preocupes. Por cierto, ¿qué tipo de música te gusta? aunque sólo tengo bachata y cosas así', así que puso música en su móvil mientras el anestesista iba metiendo la anestesia y me quedé relajada y dormida en 1 minuto.

Lo siguiente que recuerdo es estar ya tumbada de lado en la camilla del principio y estar atontada un rato, hasta que vino la enfermera y me dio una especie de compresa gigante diciéndome 'ponte esto en el baño porque vas a empezar a sangrar unos días, así que no te preocupes, que es lo normal, es más o menos como una regla. A partir de ahora no hagas esfuerzos durante un mes, no te bañes ni te metas en piscinas por el riesgo de infección y por supuesto, no tengas relaciones, porque ahora tienes aún más riesgo de embarazo y cualquier error puede acabar produciéndolo'.

Una vez recuperada, salí y vi a mis padres sonriendo al verme y al chico con la cabeza agachada, todavía nervioso y distante. Volvimos a mi casa, se quedó más días (en total unas 2 semanas) hizo planes de ir a casa de su otro abuelo a por unos papeles y volver para trabajar en Madrid y estar conmigo.

En el momento que me escribió para decirme 'he llegado', le dije que lo sentía pero que no quería volver a verle y que por favor no intentara volver a contactar conmigo. A partir de ahí sé por una amiga en común que él empezó a escribir mensajes deprimentes sobre lo de haber podido tener un hijo y que estaba roto, y lo último que supe de él es que seguramente estaba en un piso con un ex-amigo nazi del que me habló tiempo atrás y que estaba planeando meterse en el ejército francés.

En conclusión, ahora vivo sabiendo que tomé la decisión correcta, porque podría haberme destrozado la vida y haber tenido un hijo que lo pasaría mal sin tener culpa de ello. Igualmente sé que pasé un tiempo con depresión por varias razones (esa la peor obviamente) y que me costó no dejar que las palabras de la abuela de mi ""ex"" me calaran hondo, ya que sabía que biológicamente no estaba matando a nadie, por mucho que intenten decir que sí los anti-abortistas y que no podría haber vivido con esa carga. Lloré muchos días, tuve pensamientos preocupantes durante ese año pero...decidí que en 2014 iba a salir a flote y así fue.

Ahora soy feliz con pareja estable (que conoce esta historia y me ayuda siempre), es mi último año de carrera, he conseguido unas buenas prácticas en investigación y espero trabajar duro y conseguir aportar algo bueno a la humanidad, pensamiento que sé que no podría tener si hubiera seguido adelante con el embarazo, porque seguramente ni siquiera habría terminado la carrera".

Laura, 24 años.

Algunas respuestas han sido editadas por motivos de concisión o claridad.