12 Cosas que todos deberían hacer solos al menos una vez en la vida

Mesa para uno, por favor.

1. Salir a comer.

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Probablemente al principio te sentirás raro, y podrías pensar que todos en el restaurante (especialmente la persona que te está atendiendo) te están mirando/juzgando/sintiendo lástima por ti, pero relájate. Si te están mirando, es porque están pensando, Vaya, que bien, esa persona debe sentirse muy segura y cómoda consigo misma; espero que algún día yo también pueda cenar solo. Puntos extra si es una cena, larga y autoindulgente, de tres platos.

2. Tomar un cóctel.

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Hay pocas cosas más estimulantes que ir solo a un bar. De alguna manera se siente como una transgresión. Pensarás: ¿De verdad lo voy a hacer?, mirando alrededor. ¿Voy a ir a sentarme en ese bar y a pedir un trago y a bebérmelo sola, sin que nadie me detenga? Y eso es exactamente lo que harás. Lleva un libro, laptop, crucigrama, tejido, lo que sea. Encontrarás que es sorprendentemente relajante. Sin embargo, ten presente que hay gente que interpretará tu soledad como una invitación al flirteo. Detén eso inmediatamente. (A menos que estés dispuesta a eso, en tal caso, adelante).

3. Viajar.

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Seamos honestos, este es uno los prospectos que dan más miedo. Pero la recompensa es igualmente mucho mayor. Una vez que llegues, instálate en tu hotel (o mejor aún en un hostal, pero después hablaremos de eso), y aventúrate en la ciudad, estarás abrumado por la sensación de libertad. Puedes ir a donde quieras, despertarte y acostarte cuando quieras. No habrá negociación de itinerarios, y puedes planear tu viaje al minuto o lanzarte a él sobre la marcha. Si las cosas se descarrilan, lo resolverás, y te marcharás sintiendo que puedes hacerte cargo de lo que sea.

4. Alojarte en un hostal.

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Cuando viajas solo, es tentador mimarte en un hotel privado y agradable. Y por supuesto, mímate. Pero vale la pena ir solo a un hostal juvenil al menos una vez, aunque sea por las camas más baratas. En probable que te encuentres a otros viajeros independientes pernoctando a tu lado, y estos compañeros de habitación podrían convertirse en compañeros de viaje y, eventualmente, tal vez, en amigos para toda la vida. Además, los hostales atienden a los viajeros jóvenes y son excelentes recursos para las actividades locales, excursiones de un día, o eventos en vivo.

5. Ver una película.

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Sentarse solo en un cine no solo es relajante (aunque lo es, sorprendentemente), también te permite procesar lo que acabas de ver antes de oír las opiniones de alguien más. ¡Puedes relajarte durante los créditos si quieres! Y si te sientes especialmente aventurero, ve a mitad de la tarde. Es más barato y se sentirá categóricamente de lujo.

6. Ir a un concierto en vivo.

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Idealmente es un espectáculo en un lugar concurrido, oscuro con mucho baile, donde no hay presión de conocer a la gente a tu alrededor porque tal tarea sería de todas maneras casi imposible. Nadie siquiera se va a dar cuenta de que estás sola, porque ellos (al igual que tú) estarán muy ocupados ~ viviendo ~ la música. Además, hay algo muy liberador en bailar con un montón de gente a la probablemente no volverás a ver.

7. Ir solo a un centro comercial.

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Hay tanta libertad al comprar solo. No tienes que sentarte a ver a tu amiga probarse todos los suéteres de esa tienda que en realidad odias, e, igualmente, tampoco tienes que poner a nadie a pasar por eso. Puedes pasear por tanto tiempo como gustes, sabiendo que no confías en nada más que en tus instintos (y tu presupuesto).

8. Ir a la playa...

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...o al lago, o al parque. Básicamente, en una de esas raras ocasiones en las que tu día libre coincide con un bello clima, empácate un picnic rápido y relájate en la naturaleza. Lee un libro. Duerme una siesta. ¡Lleva una cámara! Estarás tan metida en el entorno que nunca vas a querer irte.

9. Ejercitarse.

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Lo agradable de ejercitarse es que es una excelente oportunidad para entrar en sintonía contigo mismo. Tu cuerpo está prácticamente gritando para que lo escuches, y la mejor manera de prestarle atención es hacerlo solo. Tu sesión de ejercicios se beneficiará de tu concentración, y te sentirás súper fortalecido, especialmente si estás en el gimnasio.

10. Ir a una fiesta.

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Así que ninguno de tus amigos se va a dejar arrastrar a esa fiesta que está ofreciendo un conocido tuyo o un nuevo compañero de trabajo, ¿Y QUÉ? Aparécete elegantemente tarde (para estar segura de que habrá otras personas allá), saluda al anfitrión, y luego bebe y socializa. Habla de aquel artículo que leíste. O de la nueva temporada de Game of Thrones. O ¿prueba un chiste nuevo? ¡Quién sabe! Eres una invitada interesante, inteligente y amigable, y el anfitrión te invitó por alguna razón.

11. Visitar un museo.

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Toma el tiempo para merodear en las exhibiciones que te interesen. Sáltate las que no. Toma un receso para comerte algo en el café, pasea por la tienda de regalos, y entonces, vuelve por más. No te vayas hasta que oscurezca.

12. Preparar una comida en casa.

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Si alguna vez deseas confirmar tu autosuficiencia, prepárate una comida completa en casa. Hay seguramente mucha gente que hace esto constantemente (y te digo: eso es asombroso, ¿como es tu vida?), pero para aquellos que confían más en la comida para llevar, las entregas a domicilio y los platos congelados, esta puede ser una hazaña muy fortalecedora. No tiene que ser algo loco, y ciertamente no tienes que ser un maestro de la culinaria. Pero todo el proceso, desde encontrar la receta, a ir a comprar los ingredientes, a hacer todo, y luego disfrutarlo con, tal vez, una copa de vino y algo de música, es una que te dejará feliz y a gusto.