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    22 placeres únicos que experimentas al viajar solo

    Solamente eres tú y el mundo entero.

    1. Estar tan asustado que incluso estás considerando no subirte al avión y, luego, lograr superarlo.

    2. Llegar desde el aeropuerto a tu hotel y darte cuenta (incluso si te llevó recorrer un camino innecesariamente largo) que LO LOGRASTE.

    3. Hacer un itinerario que incluye SOLO los lugares a los que quieres ir y las actividades que quieres hacer.

    4. Y comer toda la comida que quieras.

    5. Darte cuenta que puedes cambiar tus planes en el mismo momento y nadie siquiera sabrá la diferencia.

    6. Y, luego, no tener que darle cuentas a nadie si sientes que has aflojado un poco esos planes.

    7. Hacer amigos en el bar, en el albergue o en la excursión.

    8. Dormirte tan tarde como lo desees.

    9. Observar gente en las grandes ciudades.

    10. Hacer listas de reproducción.

    11. No tener que esperar a alguien, en especial si la puntualidad es algo que te inquieta.

    12. Perder tu camino y luego encontrarlo de nuevo.

    13. Leer durante horas en rincones tranquilos y cafés.

    14. Perderte en tus pensamientos en medio de la nada.

    15. (Y hablando de estar en medio de la nada, ir de excursión solo puede ser abrumadoramente hermoso).

    16. Ir a los museos y realmente asimilar lo que estás viendo.

    17. Intentar hacer algo que normalmente te aterraría en tu vida cotidiana.

    18. Perseguir tus intereses más *excepcionales*.

    19. Darte cuenta que pasaste casi un día completo sin hablarle a nadie y sentirte sorprendentemente bien por ello.

    20. Llevar un diario de viaje.

    21. Llegar a conocerte a ti mismo de nuevas formas y descubrir exactamente de lo que eres capaz.

    22. Y luego partir con la sensación de que podrías CONQUISTAR EL MUNDO.