1. Una cita vomitiva.
"Estaba con un tipo y, mientras lo hacíamos, me di cuenta de que la cosa ya no me gustaba, así que nos fuimos a dormir. Más tarde me desperté con él VOMITANDO SOBRE MÍ. Me levanté y le dije: 'Tienes que irte'. Estaba desesperada por meterme a bañar, pero no quería que él me acompañara en la regadera, así que esperé sentada, cubierta en vómito, hasta que él se fue. La lavandería me salió carísima porque los cajones de mi cómoda estaban abiertos y todo lo que había allí quedó bañado. También acabé con una infección, y estoy casi segura de que haberme quedado sentada durante 30 minutos cubierta en su vómito tuvo algo que ver con eso".
—Anónimo
2. Un sexy momento de sueño.
"Salí con un tipo ya tarde. Estaba agotada y una vez que 'las cosas' comenzaron a darse, empecé a quedarme dormida. Quería terminar rápido e irme a casa, por lo que intenté hacerle sexo oral. Para empeorar las cosas, él no podía mantenerla parada. Luego de al menos 10 minutos de intentos sin éxito, me quedé dormida con su pene en mi boca. Tras unos momentos, me movió con el codo para volver a intentarlo. Me reí y me fui a mi casa".
3. Un momento que dejó una cicatriz... EN EL ALMA.
"Luego de un rapidín en el baño del antro, fui a la casa de un extraño. Me llevó a su recamara, dejó las luces apagadas y entramos en acción. Tras unos minutos, me dice: 'Shh, vuelve a la cama'. Confundida, volteé a ver qué pasaba, y en el otro lado de la habitación estaba SU HERMANITA SENTADA EN SU LITERA CON UNA LINTERNA EN LA MANO viendo cómo su hermano me daba. FML".
4. Un problema que viene de atrás.
"Soy un hombre gay. Ligué con un chavo muy guapo que que era muy dominante. Las cosas se calentaron y, eventualmente, quiso que le comiera el culo. Yo acepté. Al abrirle las nalgas, un olor asqueroso salió, y me di cuenta de que no solo era claro que no se había preparado para esa noche, sino que era probable que había cagado y apenas había recordado limpiarse. Ni siquiera supe qué hacer... así que lo hice de todos modos y rápidamente me fui. Ni todo el Listerine del mundo será suficiente para borrar ese mal sabor de boca".
5. Una primera vez inolvidable.
"Conocí a un chico en una fiesta y ambos bebimos demasiados vasos de 'jugo'. Fuimos a mi casa y empezamos a darle. Pronto descubrí que él era virgen. Me puse a chupársela, me dio náuseas y le vomité encima, ante lo cual él preguntó: '¿Me vine o es vómito?'. Esa noche terminé llorando desnuda en el piso del baño. Creo que ambos quedamos traumados por ese encuentro.
6. Una sorpresa que pica.
"Una vez, me estaban dando una mamada, pero mi novia no sabía que ella tenía piojos. Al día siguiente, me los encontré en mi vello púbico, y al principio me puse como loco porque creí que tenía ladillas".
7. Un relato que es largo, pero que vale la pena leer.
"Fui a una tienda a comprar una bolsa de ciruelas porque andaba un tanto estreñida, me puse a comerlas sin prestar mucha atención. Un cuarto de kilo de ciruelas más tarde, me encontré con un güey súper guapo para tomar algo. Durante la tercera bebida, la barriga empezó a hacerme ruido, pero no iba a permitir que unos cuantos retortijones ahuyentaran a mi cita. Me llevó en su auto hasta su casa y empezamos a coger. Tengan en cuenta que ME COMÍ UN CUARTO DE KILO DE CIRUELAS y estaba aguantándome varios PEDOS GIGANTES. Finalmente, le pedí que me llevara a casa.
"La historia no termina ahí, ya que después de llegar a casa y pasar una hora de miserias en la taza del baño, fui a la tienda con unos pants blancos y allí, mientras sostenía una botella gigante de vino tinto, mis intestinos decidieron desatar las hordas del infierno en el pasillo de los vinos. Mis pies tropezaron mientras corría al baño, me caí, se me cayó la botella, se rompió y yo me cagué encima en medio de la tienda. Mientras llevaba puestos. Pantalones. Blancos".
8. Un asunto de familia.
"Un chico con el que había estado saliendo me dijo que su familia había viajado a otra ciudad y me invitó a su casa. Hicimos lo nuestro y me quedé a dormir. Me desperté tardísimo, me vestí y bajé las escaleras...directamente al comedor, donde él disfrutaba desayunando con su familia entera (incluyendo a la abuela y al abuelo). TODOS nos morimos de la pena. Agarré mis cosas y salí corriendo por la puerta principal. En la entrada del garage pasé junto al papá, quien hizo una sonrisita y dijo: 'Gracias, ¡te esperamos la próxima!'. Para echarle sal a la herida, dejé mi reloj de $1000 dólares en su mesita de noche y nunca me lo regresó".
9. Una espeluznante y emotiva conversación en la cama.
"Ligué con un chavo una vez, y solo una vez, porque me habló sucio con vocecita de bebé todo. el santo. tiempo. Quedé tan aterrada que nunca más volví a verlo. ¡El que sigue!".
10. Un suceso hu-mi-DEDO-llante.
"Fui a bailar con unas amigas, me superemborraché y acabé yendo a casa con un tipo equis. Nos metimos en la cama, y mientras se la chupaba de repente sentí las uñas no cortadas de los dedos de su pie arañándome el interior de la vagina. ¡Sus dedos jugaban conmigo mientras se la chupaba! Me sentí humillada. Terminé subiéndome encima de él, le hice un rapidito y esperé a que se durmiera para poder irme. Mi vagina sangró durante un par de días y de hecho me quedó adolorida por los arañazos de las uñas de su pie".
11. Un episodio de Supervivencia al desnudo.
"Mi novio y yo estábamos besándonos y desvistiéndonos, y luego él empezó a hacerme sexo oral. De repente, entró su mamá. Allí estábamos, los dos completamente desnudos y yo con las piernas abiertas y su cara entre ellas. Aún no he vuelto a verla, y ha pasado un año".
12. Un detalle pequeño, pero importante.
"Tuve sexo con un compañero de trabajo que apenas conocía en la fiesta de Navidad de la oficina. Fuimos a su casa, y estábamos teniendo bastante buen sexo en la sala de estar hasta que su exnovia, CON QUIEN ÉL AÚN VIVÍA (había "olvidado" mencionar esto), dio un portazo y empezó a gritar furiosa. Ups. El chico salió para calmarla, yo me vestí muy rápido y me escabullí. Semanas más tarde, él me pidió que negara nuestro agarrón en caso de que ella me escribiera, ya que habían regresado. Dios santo".
—kaa
13. Un sangriento mal cálculo.
"Durante unas vacaciones, me emborraché y tuve sexo con uno de mis amigos. Luego, el regresó a su cuarto borracho y tambaleándose. Miré las sábanas y vi que estaban CUBIERTAS en sangre. O SEA, POR TODOS LADOS. No iba a estar en mis días, pero la naturaleza tenía otros diabólicos planes. Tuve que arrastrarlo sola para sacarlo de la cama y obligarlo a bañarse porque tenía la mayor parte de su región abdominal cubierta de sangre. Sobra decirlo, pero fue el único encuentro que tuve con él".
14. Un encuentro amoroso que se convirtió en consulta médica.
"Salí con un chico, y cuando me puse a chupársela, el prepucio no se le retraía más allá de la puntita y olía a orina vieja. Recién había terminado de estudiar anatomía del pene en la universidad y básicamente le diagnostiqué fimosis. Se acostó en mi cama completamente sorprendido, y acabé convirtiéndome en su consejera durante alrededor de una hora estando parcialmente desnuda, en ropa interior. Un mes más tarde me envió un mensaje para decirme que... ¡se había hecho la circuncisión y me preguntó si quería ver el resultado!".
15. Un amante de las piernas.
"Una vez salí con un tipo. Nos emborrachamos mucho y yo lo llevé a mi casa. No hace falta decir que no podía encontrar la ‘meta’, y creyó que la parte de detrás de mi rodilla era suficientemente buena. Procedió a... divertirse con ella; luego se desplomó. La noche más larga de mi vida".
16. Una curiosa manía.
"Estaba en una fiesta de una fraternidad con un amigo de la universiadad, y allí estaba un estudiante alemán guapísimo con el que estaba coqueteando. Empezamos a ligar junto a la mesa de billar una vez que la fiesta comenzó a apagarse. Y luego, sin aviso previo, levantó mi brazo y me la LAMIÓ. LAMIÓ. MI. AXILA. No soy de escandalizarme por los gustos de los demás, pero eso fue demasiado para mí".
17. Un revolcón y listo.
"Conocí a un tipo por Internet. Yo me había puesto en cuatro y él me penetró desde atrás; se puso de pie de inmediato, dio una vuelta y se agarró sus cosas del suelo. Le pregunté qué pasaba y me dijo: 'Eh, estoy un poco borracho, chance en la mañana'. Me paré para vestirme y pisé un charco de semen. Había acabado con sólo meterlo y luego intentó ocultarlo".
18. Y una pregunta milenaria.
"Salí con un chico de Tinder y decidí ir a su casa. Estábamos completamente desnudos en la cama, subiendo la intensidad, cuando de pronto deja de besarme y me pregunta: '¿Puedo cagarte en el pecho?'. Me quedé mirándolo fijo durante unos buenos diez segundos antes de preguntarle si me hablaba en serio. Me dijo que sí, y nunca me vestí más rápido en toda mi vida. No hace falta decir que nunca volví a hablarle, ni siquiera después de que me enviara un mensaje de texto disculpándose por ser tan directo al respecto".
A todos aquellos que participan en el complicado mundo de los agarrones, les mandamos un fuerte abrazo.
Le pedimos a la comunidad de BuzzFeed que compartiera sus peores historias de encuentros sexuales de terror. Estos fueron los resultados más divertidos y aterradores.
Este post fue traducido del inglés.