1. La llamada inicial: Te sientes perdido y muy confundido...
2. Revisas el número: Te sientes entre moderada y extremadamente molesto porque tienes que parar a la mitad de tu juego de Candy Crush para ver quién está llamando...
3. El darte cuenta: Sientes un frío escalofrío que recorre toda tu columna. Quien sea que haya llamado... Dejó... UN... CORREO DE VOZ...
4. El vacío: Sientes pánico. ¿Tengo... tengo que escuchar esto? ¿Hasta el final? Y después...
Oh, DIOS. OH, NO. ¿TENGO QUE DEVOLVER LA LLAMADA?
5. El deterioro del tiempo y el espacio a medida que se deslizan contra las paredes de la realidad como la pasta lo hace sobre la puerta de un refrigerador: Sientes vergüenza...
6. Te conviertes en uno con el vacío: Te sientes entumecido, mientras ves a tu propio cuerpo desde lejos...
7. El ícono de la notificación de un nuevo mensaje de voz: Siente miedo, con una amplitud, anchura y profundidad que nunca habías sentido antes...
Te mira fijamente. Es omnividente y omnisapiente. Se alimenta de tu dolor y se deleita con tu miedo.