1. Usar estos para cubrir las manos con cola blanca para luego poder despegarla.
2. Estas colchonetas que eran, en todo caso, más duras que el suelo.
3. La sensación de que te dieran un nuevo cuaderno de ejercicios.
4. Pincharse algo de mina.
5. La vergüenza de que te saliera sangre de la nariz en medio de educación física.
6. Clavar "Three Blind Mice" en esta chica mala.
7. Jugar a "Adivina quién" cuando llovía a la hora del almuerzo.
8. Presionar la mano contra los ladrillos Stickel para que se cubriera de puntos.
9. El miedo que te daba que alguien se presentara con esto.
10. Dejar que uno de estos decidiera tu futuro.
11. Competir contra tus compañeros de clase para ver quién hacía la espada más grande con estos.
12. La bondad química de bebidas como esta.
13. Y la alegría desenfrenada de que hubiera este postre para el almuerzo.
14. Cambiar el color del bolígrafo cuando cambiaba tu humor.
15. Recibir una de estas insignias y sentir que no había nadie que pudiera tocarte.
16. Jugar al fútbol con uno de estos, hasta que una tarde de mucho viento en que terminó volando tres campos de distancia.
17. Momento en el que pasabas a un balón de verdad que había perdido todo su cuero.
18. Que te enseñaran a escribir con Magic Pencil.
19. Todos los días los deportes implicaban un montón de estos pequeños regalos coloridos.
20. Y, obviamente, nadie ha corrido más rápido que cuando llevaban estas zapatillas.
21. Hacer que cada pedacito de trabajo que realizabas en la computadora pareciera que había sido vomitado por WordArt.
22. La sensación de usar una pintura de cera Crayola nueva.
23. Que solo era superada por la sensación de conseguir este asiento en un viaje escolar.
24. La vergüenza que sentías después de que te echaran de clase.
25. Cómo ocurría esto TODAS. LAS. VECES.
26. Cuando nadie empezaba a bailar en la discoteca del colegio hasta que sonara "Saturday Night" de Whigfield.
27. Arruinarte el día con esta mierda de equivocación demasiado frecuente.
28. Tener que poner las sillas encima de las mesas al final del día.
29. Y, finalmente, volverte loco ese famoso día en que un perro de alguna manera se metía en el patio de recreo.
