Además de hoteles, en el libro también aparecen colegios, iglesias, fábricas y manicomios abandonados.
De sus fotografías, Christopher dijo lo siguiente: "Cada hotel representa una ventana que da hacia un conjunto distinto de vidas y distintos períodos de tiempo".
"La mayoría de mis hallazgos los he conseguido investigando, a través de contactos o por pura suerte".
"Los tres factores están presentes en estos edificios. Con algunos simplemente me topé, pero supe de la mayoría a través de amigos y contactos de trabajo o por informaciones con las que contaba antes de visitarlos".
Y añadió: "Fotografío cualquier clase de sitio al que pueda acceder y me encantaría pasar más tiempo fotografiando hoteles y complejos abandonados, pues aún hay muchos por ahí".
Puedes ver más obras suyas sobre la Norteamérica abandonadaen Facebook.