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    Cosas que solo entenderán las personas que odian hablar por teléfono

    ¿No puedes mandarme un mensaje y punto?

    Ignoras casi todas las llamadas.

    Aunque sean tus padres quienes llaman.

    O amigos con los que incluso te gustaría hablar.

    Y llegarás a hacer casi cualquier cosa para no tener que hacer una llamada.

    Quieres contestar, pero de la misma forma que quieres fregar los platos. Es decir, no quieres en realidad, pero sabes que deberías hacerlo.

    Así que debates entre darle a "rechazar llamada" o dejar que suene el buzón de voz.

    ¡Y eso es lo más peligroso! Si no le das en seguida a "rechazar", quien llama sabrá que le estás ignorando.

    Y si dejas que suene el buzón de voz, tienes que inventarte una buena excusa de por qué no cogiste el teléfono.

    Además, te pones cada vez más tenso con cada tono y empiezas a pensar en situaciones por las que te habría sido imposible responder a la llamada.

    Pero todas esas ideas son malísimas, porque... en fin, son mentira. Y lo único que quieres es que el que llama se rinda y cuelgue.

    Que no cuelgan, porque son idiotas y ahora el teléfono lleva sonando una cantidad de tiempo imposible (mucho más de lo que duraría una llamada normal, de hecho) y te estás estresando de verdad.

    Por eso contemplas la posibilidad de coger el teléfono mientras piensas en excusas para responder y que la conversación sea corta.

    Pero estas ideas también son pésimas y miras el teléfono, preguntándote para qué leches querrá llamar esta persona.

    Entonces, de repente, te das cuenta de que probablemente quieran que les devuelvas la llamada, lo cual es otra faena, así que te estrujas el cerebro para decidir qué opción es mejor: coger el teléfono ahora o llamar luego.

    Ambas de las cuales son terribles, pero decides que es mejor devolver la llamada después porque eso implica no tener que hablar por teléfono ahora mismo y eso es genial. Y tal vez más tarde estés listo para hablar. ¿Quién sabe? A

    Tú lo sabes. Tú sabes demasiado bien que no quieres devolver la llamada. Así que simplemente esperas unos minutos y mandas un mensaje con: "Ey. Perdona, estaba ocupado. ¿Qué pasa?"

    Lo cual, evidentemente, lleva a una conversación no oral con mensajes. Como a ti te gusta.

    Hasta que llama otra persona, lo que te catapulta a otra situación de angustia total llena de autoengaño a corto plazo.

    Todo lo cual se podría evitar simplemente cogiendo el teléfono y hablando. Pero eso es algo que no te interesa. Y, ¿sabes qué? Así está bien. La gente tiene que aprender a no llamarte. A no ser, claro está, que sea una emergencia.

    Pero aun así deberían mandar un mensaje. Si no, ¿cómo sabrías tú que es una emergencia?