Se apaga tu alarma. Bebiste el volumen de un lago pequeño y dormiste menos de tres horas la noche anterior. Pero milagrosamente te sientes bien.
Oh espera, no, no es así. Te sientes pésimo. De hecho, nunca te habías sentido tan mal.
1.
Abres las cortinas. El dolor se triplica.
2.
Aparentemente una banda de marcha bastante grande se ha mudado al espacio que tu cerebro solía ocupar.
3.
Te ves en el espejo. Ahora eres un humano traslúcido con ojos que son más pequeños que guisantes.
4.
Intentas ducharte. Duele mucho.
6.
También necesitas salir a enfrentarte al mundo exterior.
8.
Es hora de enfrentarte a tu jefe.
9.
Nunca habías estado tan sediento.
10.
Todo mundo está hablando en voz tan alta.
11.
Pareces estar experimentando cambios de humor bastante graves.
12.
Es hora del almuerzo.
13.
Oh Dios. Ya llegaste al bajón después del almuerzo.
14.
Y ahora estás teniendo flashbacks.
15.
Estás llorando. Oh Dios, estás llorando.
16.
Y ahora otra vez estás soñoliento.
17.
Hambre. Te ha dado tanta hambre.
18.
Son las 5 p.m. Finalmente puedes volver a casa.
19.
Tu amigo quiere analizar los mensajes de texto que enviaron borrachos anoche.
20.
La situación es peor de lo que te pudiste haber imaginado.
